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Prueba de los Pioneer DM-50D-W: Altavoces potentes que sirven tanto para DJs como para escritorio

  • Son altavoces de tipo monitor de dos vías, con amplificador de 25 W
  • Cuentan con un selector que permite cambiar entre dos modos de sonido

Con los DM-50D-W, Pioneer ofrece una alternativa a tener en cuenta si buscamos un sonido versátil que se adapte a nuestras necesidades sin importar si es para nosotros o para una audiencia.

Esto es algo importante cuando hablamos de productos dirigidos a DJs, ya que el sonido que producen suele dar más importancia a los graves; al fin y al cabo, eso es lo que más queremos disfrutar en una fiesta o en una demo. Pero eso hace que este tipo de dispositivos no sean apropiados para otras tareas, como producción musical o creación de contenido.

Pioneer afirma que estos altavoces son capaces de cumplir ambas tareas, y lo llamativo es que lo consiguen con un precio no muy elevado, partiendo de los 239 euros pero disponibles en algunas tiendas por algo menos.

Así son los Pioneer DM-50D-W

A simple vista, estos DM-50D-W no se diferencian mucho de otros altavoces de escritorio. Han sido fabricados en aglomerado excepto en el frontal, que es de plástico. En cuestión de diseño no son precisamente llamativos, aunque sí que puedo decir que la versión en color blanco que he podido probar es muy elegante y casa muy bien con cualquier escritorio; incluso los podría instalar en un mueble en el salón sin problemas. También están disponibles en color negro, con el que parecen algo más agresivos, pero por lo demás, no son de esos altavoces de diseño exagerado.

Lo cual es bueno, porque estos son de esos altavoces que ocultan más de lo que parece. Donde no se ha escatimado en gastos es en el interior y los componentes; por ejemplo, con conos fabricados en fibra de vidrio para el 'woofer' de nada menos que 5 pulgadas (127 mm), que acompañan a los 'tweeters' de 19 mm en la parte superior. Por lo tanto, son altavoces de tipo monitor de 2 vías que resaltan los graves cuando es necesario.

El protagonismo lo gana el altavoz de la izquierda, ya que es ahí donde no sólo encontraremos los controles, sino también todas las conexiones disponibles. Tenemos tres tipos diferentes de conexiones de entrada: 1 conector TRS, 1 RCA y un jack de 3,5 mm 'normal y corriente', lo que nos permite conectar todo tipo de equipos, mesas de mezcla y ordenadores. Lo que no tenemos es ningún tipo de conexión inalámbrica ni digital (nada de USB, por ejemplo), por lo que para conectar el móvil, por ejemplo, necesitaremos un adaptador para aprovechar el jack de 3,5 mm. En cuanto a salidas, tenemos una frontal de 3,5 mm para conectar los auriculares.

El segundo altavoz se conecta directamente al primero a través de los cables incluidos, y gracias a esto no requiere de su propia alimentación. Por lo tanto, la instalación es sencilla: sólo tenemos que enchufar el altavoz izquierdo a una toma de corriente, escoger la conexión que queramos y conectar los dos altavoces entre sí. En la caja se incluye un cable RCA, además de los necesarios para hacer funcionar los altavoces.

La simplicidad se extiende a los controles, ya que sólo tenemos dos: el de encendido y apagado en la parte trasera, y el de volumen en el frontal. El control de volumen es suave y se nota bien cuando lo usamos, aunque tal vez no es el más satisfactorio por el reducido tamaño que tiene, que hace que sea difícil alcanzar el nivel justo que realmente queremos.

Sonido con fuerza

Con un amplificador de clase D de 25 W integrado, no debería haber ninguna duda de que los DM-50D-W tienen la potencia necesaria para llenar una sala grande, algo que confirmaron en mis pruebas. De hecho, para un uso en casa lo más probable es que te baste y te sobre con poner el volumen cerca del mínimo; pero si quieres potencia, aquí la tendrás, y te advierto que el sonido que producen es de los que te "retumba" en el cuerpo. Si los dejas en una mesa, esta vibrará como si formase parte de los altavoces.

Tal vez no es una sorpresa que el sonido de estos DM-50D-W tenga unos graves tan marcados. Son perfectos para música electrónica, representando las bases con gran impacto; estos son altavoces capaces de hacer vibrar el entorno si eso es lo que queremos. Por supuesto, eso hace que el resto del espectro sonoro no quede tan bien representado, pero eso no es una cuestión de calidad de sonido; es simplemente que los graves son tan excelentes que cubren completamente nuestro campo auditivo.

Eso se demuestra con el 'as en la manga' de estos altavoces, oculto en la parte trasera: un selector llamado "Sound Mode" que, como su nombre indica, nos permite cambiar entre dos modos de sonido. Por defecto está el modo DJ, que tiene las características que he comentado, pero en el modo "Production", el sonido se 'aplana', y pierde la curva extrema que tenía en el modo DJ.

Eso se demuestra en cuanto ponemos una canción de otro género; entonces es cuando los agudos y los medios 'aparecen', como si hubieran estado ocultos hasta llegar su momento. Me ha gustado especialmente el tratamiento de los agudos, que no son molestos incluso en las composiciones clásicas más difíciles. Tal vez el mayor fallo en cuestión de sonido es que no son buenos creando una atmósfera; no están certificados para Dolby Atmos ni nada de eso, y aunque se comportan bien si queremos ver una película, no son los mejores en esa tarea ni de lejos. Al menos, en el modo Production el diálogo se puede escuchar claramente, algo que no puedo decir del modo DJ.

Si los DM-50D-W hubieran venido de fábrica sólo con el sonido 'DJ', no podría haber recomendado estos altavoces más que a los DJs (por si no fuera obvio); pero gracias a este selector, puedo recomendarlos para todo tipo de usos.

Por supuesto, probablemente podríamos obtener el mismo resultado jugando con el ecualizador en nuestro equipo de música, pero esta es una manera sencilla de cambiar entre dos tipos de tareas diferentes.

Versátiles y potentes

Esa versatilidad termina siendo uno de los puntos fuertes de los Pioneer DM-50D-W, ya que amplía enormemente el público potencial de estos altavoces. De hecho, da igual que seas un DJ o no, aunque evidentemente Pioneer promocione este producto para esos usuarios; los recomendaría para cualquiera que busque un sonido potente a buen precio.

Y es que 239 euros es incluso barato para el sonido que eres capaz de obtener con los DM-50D-W, para todo tipo de géneros y tareas. Ya los uses para creación de contenido o simplemente para disfrutar de tu música, darán la talla. En su contra, inevitablemente tengo que hablar de lo simples que son, que no tienen funciones adicionales ni 'inteligentes', y que requieren de adaptadores si queremos conectarlos a dispositivos digitales sin salida de audio.

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