Mads Kogsgaard Hansen, director global de Producto, Innovación y Desarrollo de Negocios de Bang & Olufsen presentó el pasado 17 de marzo en Madrid el nuevo plan de acción de la compañía en favor del medio ambiente y la circularidad y longevidad de sus productos.
La compañía especializada en productos audiovisuales ha presentado su nuevo programa que se centra en cómo combatir uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la tecnología, la obsolescencia tecnológica. La marca danesa no aspira a acabar con ella, ya que es consciente que eso es imposible debido a la constante evolución de la tecnología, pero sí cree que se puede cambiar la dirección en la que va la producción de artículos electrónicos.
Hoy en día, los dispositivos electrónicos tienen una vida útil determinada, ya sea un aspirador, una lavadora o un smartphone, todos tienen sus días contados. A medida que se ha ido avanzando tecnológicamente hemos visto como los productos cada vez duran menos, las baterías se gastan antes y que los materiales se rompen con más facilidad, en definitiva, los dispositivos tecnológicos se han convertido en un producto pasajero, con un número determinado de usos.
Para Mad Kogsgaard esta práctica era contradictoria con la historia de la compañía, y es que es verdad que los productos de Bang & Olufsen (B&O) se han construido para durar, ya que muchos de ellos siguen ofreciendo un sonido y diseño que perdura hasta 30 años después de que se crearan. Sin embargo, como es lógico estos productos se han quedado tecnológicamente atrás y no tienen las capacidades de adaptarse a las herramientas más modernas.
Es justo con este problema, lo que hizo al fabricante danés plantearse este nuevo reto. "La idea es desafiar el impulso de los consumidores a la hora de reemplazar sus aparatos electrónicos. Proporcionarles soluciones para que puedan conservar sus productos durante décadas y disfrutar de toda una vida de música" propone Mads Kogsgaard.
Iniciativa Los Clásicos: El futuro está en el pasado
Los clásicos de B&O es una iniciativa de la compañía danesa basada en la restauración y reinvención de sus productos clásicos con el objetivo de mostrar la atemporalidad de sus dispositivos en sonido y diseño, además de inventar una nueva forma en la que producir y diseñar.
Innovación se podría considerar como un término sinónimo de tecnología, y a su vez podríamos considerar que obsolescencia es casi otro sinónimo, ya que, con los constantes avances tecnológicos, lo que tenemos ahora suele estar desfasado en función a lo que tendremos mañana. El objetivo de este proyecto era extender la vida de los productos de B&O y para ello los ingenieros se centraron en la circularidad de los productos.
La circularidad del producto hace referencia al camino que hace este, que comienza en el diseño, pasa por la construcción del producto, la venta y distribución, el uso y como último paso, aunque no siempre se aplica, está la segunda vida del producto. Este es el paradigma de la mayoría de los dispositivos electrónicos, y lo que quiere B&O es extender más cada uno de los pasos del proceso.
Esto quiere decir que ya desde el diseño, se piense más allá del primer usuario y se tenga en cuenta que otras personas también pueden acabar usándolo. La compañía ha establecido un nuevo lema para llevar hacia adelante este programa "Todo puede ser un recurso para otra cosa" con el que pretenden eliminar cualquier tipo de desecho y desperdicio en sus productos.
Pero esto no significa usar productos biodegradables, sino que significa diseñar un producto modular, es decir un producto que tanto su hardware y software pueden actualizarse para que no importe los avances tecnológicos este se pueda adaptar y actualizar.
Esta iniciativa comenzó con el tocadiscos de la serie Beogram 4000c, un producto diseñado hace 50 años. La compañía localizó 95 unidades de este modelo, y las llevó a su fábrica para renovar y restaurar tanto la mecánica como las piezas electrónicas para que se adaptase a la tecnología actual de los hogares. Ahora, el mismo tocadiscos que se utilizó en 1972 se puede conectar con altavoces diseñados en 2022.
Aunque ya no es solo porque los productos de B&O alarguen su vida útil, sino también porque se ha descubierto que por ejemplo extender la vida de todas las lavadoras, portátiles, aspiradoras y smartphones de la UE tan solo un año equivaldría lo mismo a retirar más de dos millones de coches de las carreteras durante un año. Por lo que es casi una obligación para las compañías desarrollar productos más duraderos, porque sí importa y sí se puede hacer algo al respecto.
Beosound Level
A partir de aquí Kogsgaard vio que era posible crear productos tecnológicos que cumpliesen con la idea de longevidad y circularidad por lo que siguió trabajando hasta diseñar el Beosound Level.
Este altavoz destaca por su diseño atemporal y con clase, común en todos los productos de B&O, pero también porque ha sido diseñado modularmente para su mantenimiento y para acabar con la necesidad de novedad que se ha instaurado entre los consumidores. Este dispositivo está construido para que con tan solo un sencillo kit de herramientas se pueda desmontar de arriba abajo, cosa que pudimos comprobar con nuestras propias manos durante el evento.
Esto puede servir para cambiarle la batería, pero también ha sido dotado de suficiente potencia de procesamiento y tecnología de conectividad para recibir nuevas actualizaciones y funciones. Según Kogsgaard, estos altavoces han sido programados con el 50% de sus capacidades lo que les permite avanzar a la vez que lo hace la tecnología, haciendo que por lo menos durante varios años estos dispositivos no se queden obsoletos, da igual que nueva tecnología se alcance.
Pero no es el único cambio que permite este altavoz, sino que su aspecto también es modular. B&O ha fabricado varias cubiertas para el Beosound Level, lo que permite al usuario cambiar la apariencia de su dispositivo para generar un cierto toque de novedad, algo a lo que tanto se aspira hoy en día.
Aunque esto no es todo, ya que es capaz de adaptarse a cualquier espacio y posición y seguir ofreciendo el mismo rendimiento. Es fácil de portar, y se puede colocar en diversas posiciones, ya sea de pie, tumbado o colgado de la pared y ofrecer la misma calidad de sonido.
Por último, lo que hace especial a este producto es que ha recibido la Certificación Cradle to Cradle (De cuna a cuna), convirtiéndose en el primer altavoz en obtenerla. Esta certificación busca establecer unos principios para diseñar y fabricar productos que maximicen la salud y el bienestar de las personas y el medioambiente.
Los productos se tienen que superar varias categorías para hacerse con la certificación, que van desde los materiales con los que se construye hasta las acciones para hacer el frente al cambio climático.
"Al conseguir la certificación Cradle to Cradle Bronze para Beosound Level, Bang & Olufsen demuestra que el cambio de paradigma de un sistema lineal a uno circular en la industria de la electrónica de consumo es posible y factible" explica B&O en un comunicado.
Esto es solamente el principio de este nuevo plan de circularidad de los productos electrónicos, aunque por el momento solo se trate de un altavoz y de una marca concreta, pero demuestra que el cambio es posible.
Bang & Olufsen quiere cambiar el concepto de producción y consumo que se ha establecido, incompatible con los objetivos necesarios para luchar contra el cambio climático y el calentamiento global. A veces hay que salirse del tiesto, y ver la realidad tal y como es; o cambian las empresas y cambiamos nuestros hábitos de consumo o nuestro planeta no aguantará para generaciones futuras.