Apple se ha metido en su primera gran polémica relacionada con sus procesadores, después de que los primeros usuarios del M1 Ultra hayan comprobado de primera mano que no alcanza el nivel prometido.
El M1 Ultra es el último modelo de la gama M1, que revolucionó el sector de los ordenadores al ofrecer gran potencia con un consumo muy reducido; de esta manera, Apple pretende hacer lo mismo que en los smartphones, ofrecer la mejor alternativa para los usuarios más exigentes. Con el modelo Ultra, Apple reveló que se trata de dos modelos M1 Max "pegados", para obtener nada menos que 114.000 millones de transistores y hasta 64 núcleos de GPU.
Los resultados de semejantes cifras, según Apple, eran increíbles. Las gráficas mostradas durante la presentación afirmaban que el M1 Ultra era mejor que cualquier procesador y gráfica del mercado, consumiendo mucho menos. Si esas cifras eran ciertas, realmente no habría motivo para comprar cualquier otra cosa que no sea un Mac Studio, pese a lo caro que es.
La realidad ha resultado ser buena, pero no tanto. Las primeras pruebas realizadas por terceros ya han sido publicadas, y aunque ponen al M1 Ultra muy arriba, no lo ponen arriba del todo. En aplicaciones de 'benchmark' como Cinebench R23, el M1 Ultra se queda por detrás tanto del Intel 12900K como del AMD Ryzen 5950X; no por mucho, pero lo suficiente como para poder decir que no es el más potente como afirmaba Apple. En otras pruebas como Pugetbench Premiere Pro y Pugetbench Photoshop, el M1 Ultra está por detrás del ordenador más potente probado, un i9-12900K con una gráfica RTX 3080Ti; un sistema semejante está disponible en tiendas por unos 3.800 euros aproximadamente, mientras que el Mac Studio más barato empieza en los 4.629 euros.
En cuestión de potencia gráfica, Apple afirmó que el M1 Ultra superaba la potencia de la gráfica de ordenador más potente del mercado; sin embargo, las primeras comparativas con una RTX 3090, el modelo más potente que puedes comprar ahora mismo, demuestran todo lo contrario. La gráfica de Nvidia destroza completamente al M1 Ultra en Geekbench 5, incluso cuando el chip de Apple tiene la ventaja de usar Metal, una plataforma propia que ofrece un mejor acceso al hardware.
Por supuesto, la clave está en que el M1 Ultra consume mucho menos que un ordenador Windows equipado con el mejor hardware, pero por ahora, Apple no puede reclamar la corona en cuestión de rendimiento puro. Y los usuarios que se gastan 5.000, 6.000 o incluso 10.000 euros en un ordenador no suelen estar tan preocupados por lo que gastan en consumo eléctrico, sólo quieren lo más potente porque tienen tareas que necesitan esa potencia (la cosa es diferente en materia de servidores y estaciones de trabajo que deben mantenerse encendidas y trabajando constantemente).
Que todo esto no manche el lanzamiento de Apple: el M1 Ultra sigue siendo una increíble pieza de ingeniería que consigue cosas que parecían imposibles hasta hace poco, y es innegable que Intel y AMD están sudando en estos momentos por crear sistemas más eficientes y potentes.

Si hay algo que deberíamos aprender de este 'escándalo', es que siempre deberíamos tomarnos las pruebas oficiales con mucho escepticismo. Apple no es la única que exagera en sus presentaciones: Intel y AMD también han sido acusadas de crear pruebas especialmente diseñadas para que sus chips superen a la competencia, sin importar el uso real. Como consumidores, es importante aprender que la compañía siempre va a decir que su procesador es el más potente.