
¿Dónde están los coches voladores? Ya vivimos en el "futuro" que muchas películas de los 80 y los 90 predijeron, y aunque algunas de sus profecías se han cumplido, otras siguen siendo ciencia ficción. Por supuesto, es algo preocupante que se estén cumpliendo historias presentadas como advertencia de lo que pasará si la humanidad no cambia de camino.
Si soy sincero, en mi mente infantil siempre quise vivir en el futuro distópico de Rick Deckard, de luces de neón, multiculturalismo y banda sonora de Vangelis; y sí, también de coches voladores. Mentiría si dijese que mi mente adulta no se pierde a veces en ese mundo, o que no sentí un escalofrío cuando me miré al espejo llevando la nueva mascarilla Zephyr de Razer.
La Razer Zephyr es el producto tecnológico más impactante del 2021, el mejor reflejo de lo que hemos vivido este año. Sobre el papel, es un producto muy simple y que, en perspectiva, a muchos nos hubiera gustado tener en la segunda mitad del año pasado: es un purificador de aire individual con ventiladores para mejorar la respiración incluso usando los mejores filtros del mercado.
En la práctica, es mucho más que una ayuda para respirar: la Zephyr es una declaración pública, un accesorio de moda y un producto gaming, todo en uno. Es raro, es original, y llama la atención de cualquier persona en un radio de 50 metros.
El producto más deseado del momento
La Zephyr nació como el Project Hazel, un prototipo presentado por Razer a principios de año dirigido a jugadores. Como todos los prototipos, realmente no había ninguna garantía de que se fuese a producir, algo comprensible; por aquel entonces, ni Razer ni nadie sabía con seguridad hasta cuándo iba a durar la pandemia mundial, y especialmente, hasta cuándo iba a ser necesario llevar mascarilla.

No me extraña lo más mínimo que la Razer Zephyr se haya agotado completamente, porque no debemos interpretarla como una simple mascarilla, ni como un producto médico; protegernos ante virus y partículas es sólo su funcionalidad secundaria, y la verdadera razón por la que comprarla es otra. Es un artículo diferenciador, y preveo que la veremos en futuros eventos, no necesariamente gaming, como una manera de destacar y marcar la diferencia.
Eso tiene un precio, por supuesto. La Razer Zephyr cuesta 109,99 euros, pero donde realmente invertiremos más es en los filtros adaptados para los huecos de la mascarilla; el paquete de 10 unidades cuesta 34,99 euros, y Razer recomienda cambiarlos cada tres días (con 8 horas de uso cada día). El paquete de la mascarilla con tres paquetes de filtros cuesta 159,99 euros. Suena caro, pero si te interesa, no recomiendo esperar, porque te puedes quedar sin una.
Yo, ahora que tengo una, seguiré esperando a los coches voladores.