
El Ergo K860 para empresas es uno de los primeros modelos de Logitech en estrenar el estándar Logi Bolt para conexiones inalámbricas.
Logi Bolt fue presentado para solucionar el gran problema de los periféricos inalámbricos: cada vez hay más de estos en oficinas y hogares, y sus conexiones pueden provocar interferencias entre sí. Como resultado, la latencia sube, la velocidad baja e incluso pueden provocar errores.
Puede que en un entorno personal eso no sea tan grave, pero en oficinas, donde puede haber decenas de dispositivos conectados al mismo tiempo, lo es. Lo malo es que es de esas cosas que no son 'visibles', así que puede que ahora mismo estés sufriendo de este problema y no lo sepas.
Logi Bolt, así es la nueva conexión
La solución de Logitech se llama Bolt, y consiste, básicamente, en usar otro adaptador con una conexión diferente. Bolt está basado en la tecnología Bluetooth LE (Low Energy), pero con suficientes diferencias como para evitar la mayoría de sus problemas; eso ha permitido aprovecharse de sus ventajas, como el bajo consumo energético y ganar compatibilidad con dispositivos que ya usan Bluetooth.

Los dispositivos Logi Bolt se pueden usar de dos maneras: como un accesorio Bluetooth convencional, o con el adaptador USB-A. Sólo en el segundo caso realmente aprovecharemos las ventajas de Bolt, mientras que en el primero, se comportarán como dispositivos Bluetooth convencionales.
La gran ventaja es que podemos usar un teclado como este Ergo K860 en cualquier tablet, móvil y ordenador con una conexión Bluetooth. Aparece como otro cualquiera cuando buscamos un nuevo dispositivo y funciona igual de bien que cualquier otro; o igual de mal. En este modo Bluetooth, realmente notamos los típicos problemas de latencia de esta tecnología.
Puede que Bluetooth nos haya permitido conectar todo tipo de dispositivos de manera sencilla, pero también es una tecnología algo vieja y con multitud de imperfecciones. En el Ergo K860, eso es evidente en cuanto nos fijamos en lo que tarda en aparecer la letra en la pantalla cuando pulsamos la tecla correspondiente. No es ni mejor ni peor que otros teclados Bluetooth en ese aspecto, y de hecho, puede que incluso no sea tan grave para muchos usuarios.
La historia cambia cuando usamos Logi Bolt, con el receptor USB-A incluido. Si lo conectamos a un ordenador, inmediatamente notaremos la diferencia, sin tener que hacer nada: el receptor viene ya sincronizado con el teclado de fábrica.
Mis primeras impresiones fueron buenas. Inmediatamente noté la diferencia respecto al modo Bluetooth, y es algo que agradecerás si escribes relativamente rápido. Es innegable que la latencia es inferior, aunque no ha desaparecido; Logi Bolt sigue siendo inalámbrico y, por lo tanto, nunca podrá alcanzar la misma velocidad y latencia que un cable.
En pruebas de latencia, lo que más me sorprendió de Logi Bolt es la estabilidad y la constancia de los registros. En conexiones inalámbricas, es normal que algunas pulsaciones tarden menos que otras, y es algo que pude comprobar con la conexión Bluetooth, que tan pronto bajaba a unos 120 milisegundos como se disparaba a casi 400 ms. Con Logi Bolt, la conexión fue mucho más estable, manteniéndose entre 100 y 200 ms, con picos muy contados a 300 ms. Fue satisfactorio, si bien no revolucionario.
Donde realmente se notará la diferencia de Logi Bolt será en entornos con muchos dispositivos, y lamentablemente, no he podido probarlo así. Sobre el papel, que Bolt use su propio estándar puede ayudar a descongestionar una oficina con muchos dispositivos conectados.
El teclado, tan bueno como siempre
Lo mejor de todo es que, a simple vista, los productos de Logitech con la conexión Logi Bolt son exactamente iguales a los normales; de hecho, el Ergo K860 para empresas sólo tiene dos diferencias respecto al Ergo K860 normal: el nombre y el adaptador incluido.
Por lo tanto, estamos ante un teclado cuya prioridad absoluta es la ergonomía, y eso es evidente a simple vista. No es un teclado plano, sino que tiene una curvatura diseñada para poner las manos en un ángulo más recto. Mucha gente no lo sabe, pero la posición horizontal no es natural para nuestros brazos; si ponemos las manos en vertical, forzamos menos los músculos. Es el motivo por el que mucha gente prefiere ratones verticales, por ejemplo.

Con el Ergo K860, las manos no llegan a estar completamente en vertical, ya que sería difícil usar el teclado de esa manera; pero sí que es lo suficientemente diferente como para requerir un tiempo de adaptación.
La primera vez que intentes escribir con este teclado, no acertarás ni una. Ese ha sido mi caso, la colocación de las manos es completamente diferente a lo que estoy acostumbrado. Es importante aprovecharse del gigantesco reposamuñecas, apoyando la parte final del brazo y dejando que las manos encuentren su sitio sin forzarlas.
En mi caso, el proceso de adaptación me ha servido para darme cuenta de cómo escribo en teclado, algo que aprendí por mi cuenta y que ahora descubro que no fue lo mejor. El problema es que a veces pulso la "B" con la mano derecha, y la "Y" con la izquierda; pero en este teclado, están cada una en el lado contrario, y la curvatura hace difícil pulsarlas con la mano acostumbrada. El periodo de aprendizaje puede no ser corto, pero merecerá la pena en cuanto notemos menos dolores en las muñecas y los dedos.
La ergonomía no ha impedido que este teclado sea muy completo. No sólo tenemos teclado numérico, sino también una variedad de teclas con funciones especiales. El teclado es compatible tanto con Windows como con Mac, y podemos cambiar de uno a otro con una combinación de teclas.
En cuanto a la sensación, este es un teclado de membrana y por lo tanto, no ofrece el mismo tacto que un mecánico; pero probablemente es uno de los mejores teclados de membrana del mercado. Las teclas tienen un cierto recorrido, si bien no pueden escapar de la sensación "esponjosa" propia de esta tecnología; además, son completamente silenciosas.
Un aspecto criticable es que este teclado sólo puede ser inalámbrico; no podemos conectar un cable USB y desconectarlo cuando queramos seguir trabajando en otro sitio. No tiene baterías internas, sino que depende de dos pilas AAA, aunque en su favor hay que decir que Logitech promete una duración de dos años; pero a cambio, las teclas no están retroiluminadas y eso nos afectará si trabajamos de noche en entornos de baja iluminación.
¿Era necesario?
El Logitech Ergo K860 ya era un gran teclado ergonómico en su versión para el consumidor, así que es lógico que en su versión para empresas con Logi Bolt también lo sea. Si buscas un teclado ergonómico, que puedas conectar a hasta 3 dispositivos al mismo tiempo, y que sea compatible tanto con tu tablet como con tu ordenador, no hay una elección mejor.
Pero eso me ha hecho preguntarme qué es lo que realmente aporta Logi Bolt. Hay muchas cosas por mejorar, propias de los inicios de cualquier tecnología. Echo en falta detalles tan simples como un sitio en el teclado para almacenar el receptor USB y que no se pierda, algo que sí tienen otros teclados inalámbricos de Logitech.

También me pregunto hasta qué punto era realmente necesario crear una nueva tecnología para solucionar los problemas que plantea Logitech, teniendo en cuenta que ya ofrece teclados inalámbricos con conexiones de 2,4 Ghz que funcionan muy bien y también tienen baja latencia.
Logi Bolt es exclusivo de Logitech, y no lo veremos en productos de otras compañías; también supone usar otro adaptador más, que no es compatible con ninguno de los dispositivos que ya tenemos. Al menos, cada uno de estos receptores es capaz de conectarse a 6 dispositivos Logi Bolt al mismo tiempo.
Es indudable que Logi Bolt trae muchas ventajas, pero me da la sensación de que estamos sólo en el principio. Pronostico que empezaremos a verlo en más productos, aunque por el momento, los responsables de Logitech no hayan podido responderme si ese será el caso.
El Logitech Ergo K860 para empresas sólo está disponible a través de su departamento de ventas, pero la versión para consumidor (sin Logi Bolt) está disponible por 125 euros.