La presentación del nuevo Apple Watch ha sido la más sorprendente de la presentación de Apple, no por sus novedades, sino porque las filtraciones no acertaron ni una.
Según todos los rumores, este año iba a ser importante para el reloj inteligente de Apple, con un rediseño completo. Recordemos que el Apple Watch apenas ha cambiado desde la primera generación y que, de hecho, la tercera generación se sigue vendiendo como un modelo nuevo. Eso iba a cambiar, con un nuevo diseño de bordes planos que seguiría los pasos del iPhone 12.
Nada de eso ha resultado ser cierto, y sólo es culpa nuestra si nos sentimos decepcionados: Apple ha sido muy clara en su apuesta por un diseño evolutivo y, especialmente, uno que no requiera de nuevas correas: que todo el mundo se calme, podrás usar tus correas viejas con el Apple Watch Series 7. Claro, que eso supone mantener el mismo diseño redondeado, aunque decir eso es tal vez ser demasiado duro, porque el nuevo Watch tiene más novedades de diseño que el nuevo iPhone 13, por ejemplo.
La gran novedad es la pantalla más grande; pese a mantener el diseño redondeado, Apple ha conseguido aumentar su tamaño, hasta el punto de que llega a los bordes del vidrio protector. Es curioso cómo Apple ha tenido que optar por esta solución, cuando un diseño plano hubiera conseguido lo mismo. Pero es indudable que el nuevo diseño ofrece más posibilidades, no sólo por las nuevas esferas que muestran más datos al mismo tiempo, sino también por los nuevos diseños, que aprovechan el borde redondeado para mostrar los números del reloj, por ejemplo.
La pantalla más grande nos permitirá hacer más cosas en el reloj sin tener que coger el móvil; como por ejemplo, escribir con un teclado completo y responder a mensajes directamente. Las apps se han adaptado para aprovechar el espacio adicional, con botones más grandes y elementos de la interfaz que son más fáciles para la vista. También es una pantalla siempre activa, un 70% más brillante cuando tenemos el brazo en reposo, lo que nos permite ver lo que necesitamos saber sin necesidad de activar el reloj.
También es el Apple Watch más resistente hasta ahora, con certificación IP6X de resistencia al polvo, además de la habitual resistencia al agua de hasta 50 metros prometida por Apple. El cristal delantero ha sido reforzado para evitar arañazos y para proteger la gran pantalla contra los golpes, con un vidrio un 50% más grueso.
No hay novedades en cuanto a sensores de salud, aunque tenemos los mismos que en el Series 6; y para hacer ejercicio, contamos con nuevos ciclos para bicicleta y compatibilidad con bicicletas eléctricas.
Curiosamente, Apple sigue vendiendo el Apple Watch Series 3, junto con el Apple Watch SE como ofertas de bajo coste, aunque su precio no ha bajado. El Apple Watch Series 7 estará disponible este otoño en España, a un precio por confirmar (499 dólares en EEUU).
