
La nueva gama de televisores OLED de LG ya está disponible en España, y de nuevo se planta como la principal alternativa en calidad de imagen.
Ya podemos decir que la tecnología OLED, en general, se ha convertido en la principal opción de los compradores, gracias a sus principales ventajas: negros perfectos, un gran contraste, un buen brillo y una extensa gama de colores. El G1 de 55 pulgadas que he podido usar durante unas semanas tiene todo eso, así que, en ese sentido, no hay sorpresas; de hecho, ese es tal vez el mayor fallo, si es que se le puede llamar así.
Donde realmente destaca esta generación es en aprovechar las ventajas propias de OLED, y extenderlas más allá de lo que ya esperamos en cualquier televisor con esa tecnología.
Gran calidad de imagen
LG sabe muy bien los motivos por los que querríamos comprar un televisor OLED, así que se centra en ellos. Como resultado, la imagen del G1 es, simplemente, espectacular, sin importar el tipo de contenido que estemos reproduciendo. Los negros son profundos, y puede que eso sea lo primero que te llame la atención; cómo en las escenas oscuras, todo parece ser más real. Pero personalmente, el aspecto que realmente me atrapó fue el tratamiento de los colores; no en vano, cubre el 100% del espectro DCI-P3, por lo que en ningún caso nos perderemos nada de lo que el cineasta ha ideado.
Hablando de eso, este es uno de los televisores que incluyen un "Filmmaker Mode", un modo del cineasta; de hecho, el sistema detecta automáticamente si hemos puesto una película y adapta la imagen. Es toda una alegría ver que no se activa el pésimo efecto de 'telenovela' que vemos en otros televisores, y se respeta la imagen original. Eso no significa que se pierda impacto, ni mucho menos, gracias en buena parte al excepcional brillo, lo que permite que este televisor soporte HDR Dolby Vision IQ, HDR 10 Pro y HLG Pro; y también puede aplicar efecto HDR a contenido que no cuenta con esa información adicional en la imagen. El televisor automáticamente cambiará al modo apropiado dependiendo del vídeo que reproduzcamos.

Evidentemente, todo esto supone que el G1 se comporta mejor cuando ponemos una de las últimas superproducciones de Hollywood y damos rienda suelta a la cantidad de tecnologías y funciones que incluye; en cambio, la televisión o el contenido por streaming no es capaz de aprovechar el 'hardware' y como resultado, no se ve tan bien como tal vez esperaba, aunque podemos ver vídeos de YouTube y de cualquier otro servicio sin problemas. Para compensar, LG ha implementado tecnologías de Inteligencia Artificial, por las que ya se ha hecho famosa; el AI Imagen Pro es una opción, que se activa automáticamente en algunos modos y es capaz de mejorar la resolución y claridad de la imagen, usando el procesador inteligente 4K ?9 Gen4.
Como este televisor es de resolución 4K, eso supone que puede coger contenido a resolución 1080p, por ejemplo, y aumentarlo a las 4K nativas; el resultado varía mucho dependiendo del vídeo, y en algunos casos no es raro encontrarse con imperfecciones o interferencias en la imagen, pero es un resultado mejor que ver una imagen borrosa.
El momento en el que realmente descubres que has hecho la compra correcta es cuando pones una película con HDR y 4K nativos. Es entonces cuando el brillo de los píxeles autoluminescentes, el contraste en las escenas oscuras y la nitidez de la imagen se notan más.
Excepcional para juegos
El G1 también es un buen televisor para videojuegos; el panel OLED permite unos tiempos de respuesta (el tiempo que cada píxel tarda en cambiar) muy bajos, lo que se traduce en una imagen en movimiento menos borrosa, algo especialmente importante en juegos rápidos. El G1 cuenta con un modo de juegos dedicado, para que no tengamos que cambiar nada más; sólo debemos conectar nuestra consola para disfrutar de esta calidad.

A esto se le suma la frecuencia de 120 Hz (la cantidad de veces que la imagen cambia en cada segundo); esto es algo que realmente no notarás en los menús ni en las películas, pero que es imprescindible para una buena experiencia 'gaming'. El G1 es compatible con las tecnologías de frecuencia adaptativa, FreeSync de AMD y G-Sync de Nvidia; de hecho, LG presume de tener el único televisor certificado por ambas. Como resultado, es capaz de evitar el efecto de 'pantalla partida', tanto si usamos un ordenador de juegos como si conectamos una consola Xbox Series X.
De nada serviría todo esto si el G1 sufriese de uno de los grandes problemas de los televisores a 120 Hz: la falta de una conexión capaz de soportarlos. El G1 cuenta con conexión HDMI 2.1, el nuevo estándar que permite aprovechar las consolas modernas. Tampoco falta la compatibilidad con VRR, ALLM y eARC. Contamos nada menos que con cuatro puertos HDMI 2.1, además de entrada de fibra óptica y tres puertos USB 2.0 para nuestros dispositivos. En cuestión de conexiones inalámbricas, tenemos Bluetooth 5.0, WiFi 5, y compatibilidad con Air Play 2.
Extremadamente fino
Es realmente sorprendente que haya tanto en tan poco espacio. El G1 es un televisor muy fino, diseñado para ser colgado directamente de la pared como si fuese un cuadro (de hecho, el salvapantallas muestra obras de arte).
Sin embargo, eso supone que el televisor se vende sin soporte, y este se debe comprar por separado; el que he podido usar es muy elegante y encaja de manera discreta con cualquier decoración.

Visto de frente el G1 es prácticamente una imagen flotante; los bordes son mínimos, y aunque existen, realmente no te fijas en ellos una vez que te atrapa la imagen. Sí que se nota más el borde inferior, principalmente porque hay una pequeña pestaña con el indicador LED (que sólo se enciende si el dispositivo está apagado); pero por lo demás, no hay muchas distracciones y, por lo tanto, hay poco de lo que hablar en lo que respecta al diseño del G1.
WebOS evoluciona
Como es habitual en LG, el G1 no usa Android TV ni ninguno de sus 'sabores', sino que sigue apostando por WebOS, un sistema que ha llegado ya a la sexta versión. Nos encontramos algunas diferencias importantes respecto a las anteriores, pero sigue siendo un sistema completo y fácil de usar, si bien algunas opciones siguen estando algo 'ocultas'.
La pantalla principal intenta ser lo más agnóstica posible, mostrando contenido de todas las plataformas y servicios en los que estamos suscritos. Ya sea Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, DAZN, o cualquier otro, podemos enterarnos de los estrenos o de lanzamientos que nos podrían interesar. Eso puede ser muy útil, pero también se puede convertir rápidamente en un 'batiburrillo' de contenido en el que no estamos interesados; la IA de LG aprenderá con el tiempo, y por eso, al principio es muy posible que nos muestre cosas que nunca veríamos.

Por supuesto, tenemos acceso a las apps de todos los servicios que nos pudiéramos imaginar; además de las ya mencionadas, tenemos Twitch, YouTube y más preinstaladas, con muchas más disponibles a través de la tienda. También podemos elegir entre dos asistentes personales, Alexa y Google Assistant.
WebOS también se caracteriza por su método de control. Aunque podemos usar los botones de siempre, el mando a distancia también tiene una rueda, que nos permite cambiar entre las diferentes opciones. Además, el propio mando se puede usar para controlar un cursor, como si fuese un ordenador; es algo complicado, y a largo plazo prefiero usar los botones, pero es una opción más disponible.
Un televisor excepcional
El LG G1 es uno de los mejores televisores del mercado, pero probablemente ya sabías eso. De lo que tal vez no eras consciente es del elevado nivel que ha alcanzado LG con esta generación; no estamos ante una revolución precisamente, especialmente comparado con la pasada generación, pero como LG afirma, este es su mejor OLED de todos los tiempos. Y ante eso, es difícil decir más.
El precio del LG G1 empieza a partir de los 2.038 euros por la versión de 55 pulgadas.