
Western Digital ofrece varias alternativas para almacenamiento de videojuegos, y todas son tan especiales como el WD_BLACK D30 que he podido probar, al mezclar velocidad y capacidad de almacenamiento.
Siempre que parece que en cuestión de almacenamiento ya está todo inventado, llega un nuevo producto que nos demuestra lo equivocados que estábamos. Lejos de ser un mercado uniforme, está lleno de pequeños nichos con consumidores que son cada vez más exigentes. Pongamos como ejemplo el Sandisk Portable SSD que pude probar hace unas semanas; a simple vista, parece un producto ideal para todo el mundo gracias a su velocidad y capacidad. Pero si eres jugador, la verdad es que no es el producto perfecto.
Para ese tipo de usuarios, la marca hermana de Sandisk, Western Digital, ofrece la gama BLACK, de dispositivos de alto rendimiento diseñados para los jugadores más exigentes, de la que hemos podido probar la unidad externa WD_BLACK D30, con un precio de partida de 109,99 euros y capacidades de hasta 2 TB. Pero ¿realmente hay tanta diferencia entre un SSD y otro?
Estilo industrial único
La respuesta es sí, y es algo evidente sólo con poner un dispositivo al lado del otro. El D30, al igual que el resto de la gama BLACK, no sólo hace honor a su nombre con un dispositivo completamente en negro, sino que adopta un diseño industrial que parece claramente inspirado por contenedores de transporte.
De cerca, da una sensación de robustez que no solemos ver en un SSD; hay que tener en cuenta que este no es un "disco duro", ya que no tiene partes internas que se mueven, pero su diseño me ha recordado a estos. Por un momento, me esperaba escuchar los familiares movimientos del disco interno.
En un lateral del dispositivo tenemos el nombre impreso, y ya está. Por lo demás, es una unidad sin muchos alardes; sólo una luz blanca en un frontal, que parece palpitar cuando accedemos a la unidad, realmente destaca. Pero el detalle que más me ha gustado, sin duda, es el soporte incluido para poner el SSD de pie; realmente no es necesario usarlo, pero le da ese toque especial, sobre todo si vamos a dejarlo encima de la mesa.
Absurdamente rápido
Tradicionalmente, las unidades de almacenamiento externas han sido más lentas que sus contrapartidas internas. Tiene lógica: tienen muchos más obstáculos, más interfaces por las que pasar, comparado con estar directamente conectado con la placa base. Las cosas están cambiando, gracias a nuevas tecnologías basadas en la conexión USB.
El WD_BLACK D30, por ejemplo, está basado en tecnología NVMe y, por lo tanto, usa la misma interfaz rápida que los PCI-Express de nuestro ordenador pese a que se conecta por un USB-A normal y corriente.

En otras palabras, dentro de este "contenedor", se encuentra un SSD no muy diferente de los que conectamos directamente a la placa base, con la misma tecnología, el mismo controlador y los mismos chips de memoria que Western Digital usa en el resto de los productos.
El resultado sólo podía ser tremendo. El WD_BLACK D30 es una bestia de la velocidad, un dispositivo puntero que nos permitirá obtener tasas de transferencia ridículas. De hecho, es tan rápido que puede que te cueste controlarlo, metafóricamente hablando.
Western Digital promete tasas de transferencia de hasta 900 MB/s, toda una barbaridad que probablemente no podrás aprovechar si no tienes el equipo adecuado. Este SSD requiere de una conexión USB 3.2 Gen 2, de las últimas; aunque tiene una conexión USB-C integrada, el cable incluido nos permite conectarlo por USB-A a nuestro ordenador. El problema es que, si tu sistema sólo tiene una conexión USB 3.2 Gen 1, por ejemplo, el rendimiento caerá sobre la mitad aproximadamente. Aún así, es suficientemente rápido para la mayoría de las tareas.
Porque este SSD es rápido sin importar lo que hagas. Está pensado para videojuegos ante todo, por supuesto, y en esas tareas se desenvuelve de fábula. Gracias a la alta capacidad, podemos almacenar todos nuestros juegos y ejecutarlos directamente desde la unidad, sin necesidad de copiarlos de nuevo a un SSD interno. Eso es porque los tiempos de carga se reducen a la mínima expresión, llegando al extremo de que te olvidarás de que los juegos tienen que cargar.
Por supuesto, la historia se repite con archivos convencionales, y este también es un SSD genial si requieres la máxima velocidad para almacenar archivos "pesados" como vídeos en 4K, por ejemplo.
Compatible con las nuevas consolas
Pero que este es un SSD para jugadores se confirma cuando comprobamos que funciona perfectamente no sólo con ordenadores, sino también con videoconsolas. Conectándolo a su puerto USB, podemos usar el WD_BLACK para almacenar juegos de PlayStation 5 y Xbox Series X, además de almacenar y reproducir juegos de PlayStation 4 y Xbox One directamente desde la unidad.

Y todo eso, lo consigue sin calentarse demasiado. En nuestras pruebas, hemos comprobado cómo la unidad alcanza altas temperaturas, pero no al nivel de ser preocupante, al menos si no se mantienen durante largos periodos de tiempo. Como los juegos sólo necesitan cargar del SSD cada cierto tiempo, eso no debería ser un problema; sólo ten cuidado si vas a coger la unidad justo después de jugar.
Con todo, el WD_BLACK D30 es un SSD excepcional, uno de los más punteros y recomendables del mercado, tanto por rendimiento como por diseño. Está disponible en la página web de Western Digital en tres capacidades. La de 500 GB cuesta 109,99 euros, la de 1 TB, 179,99 euros, y la de 2 TB, 319,99 euros.