
AMD ha presentado su nueva gama de procesadores con gráfica integrada, los Ryzen 5000 G, como una alternativa para usuarios que no pueden, o no quieren, usar una tarjeta dedicada.
Y en estos momentos, hay muchas personas así. Aunque los precios de las tarjetas gráficas estén bajando, siguen siendo muy superiores a su PVP; los mercados de segunda mano se están llenando de gráficas poco recomendables y, mientras tanto, los fabricantes siguen sin dar abasto.
La solución de AMD es curiosa, como mínimo: procesadores con gráfica integrada (APU), que tradicionalmente han sido sólo para equipos de gama baja o para usuarios que no han necesitado potencia. Los nuevos Ryzen 5000 G no son precisamente "nuevos", ya que fueron lanzados hace meses para el mercado de fabricantes y OEMs, pero el usuario convencional no los podía comprar, y sólo estaban disponibles en ordenadores premontados.
Hoy, AMD ha anunciado la disponibilidad global de estos procesadores, permitiendo que cualquiera los compre para montar su propio ordenador; y hay muchos motivos por los que hacer justo eso. Estos Ryzen están basados en la misma arquitectura Zen 3 que tan buenos resultados han dado, y vienen acompañados de GPUs de Radeon para ofrecer un buen rendimiento en videojuegos, sin necesidad de instalar una gráfica aparte.
Los resultados son sorprendentes para una gráfica integrada; el Ryzen 5 5700G, con un precio de 359 dólares, es capaz de ejecutar juegos como Counter-Strike a 127 frames por segundo a resolución 1080p, aprovechando la velocidad de los monitores gaming. También obtiene tasas de frames jugables en títulos muy exigentes como Assassin's Creed Odyssey (34 fps) y Metro Exodus (46 fps). Y para otras cosas, este sigue siendo un Ryzen y por lo tanto destaca en multitarea con sus 8 núcleos y 16 hilos que alcanzan hasta 4,6 GHz. Todo ello, con un TDP de sólo 65 W.
El segundo modelo es el Ryzen 5 5600G, con sólo 6 núcleos y 12 hilos a hasta 4,4, GHz, pero con un precio 100 dólares inferior, 259 dólares. Este procesador está más dirigido para jugadores casuales que también quieran un buen rendimiento en productividad y creación de contenido. Sus cifras no son tan buenas, pero aún así consigue ejecutar Fortnite a 98 fps y League of Legends a 184 fps.
Está claro que estas APUs no son lo mejor para jugar, pero hay que recordar que conseguiremos ese rendimiento sin tarjeta gráfica: lo único que necesitaremos es una placa base (valen desde las B450 hasta las X570) y memoria RAM (16 GB DDR4-3200 es lo recomendable), y tenemos un ordenador "gaming". En la caja viene un disipador con ventilador y todo.
La gran ventaja de estos modelos es que no nos cerramos la puerta a ninguna opción. Podemos montarnos un equipo ahora sin tarjeta gráfica, y usar la integrada para jugar o para creación de contenido; y cuando encontremos una GPU a buen precio, la podemos comprar e instalarla sin problemas, ya que ofrecen un buen rendimiento sólo como CPU.