
Google ha anunciado duras medidas contra los smartphones Android que aún usan versiones antiguas de Android, incluyendo la imposibilidad de iniciar sesión.
A partir del 27 de septiembre de 2021, los usuarios de los dispositivos Android que usen la versión 2.3.7 del sistema (conocida como Gingerbread), o inferior, serán bloqueados por Google si intentan iniciar sesión en su cuenta. Como resultado, estos móviles ya no podrán usar las apps y servicios de Google, como Gmail, YouTube y Maps, ya que requieren el uso de una cuenta de Google.
Los usuarios de estos dispositivos que intenten iniciar sesión verán un mensaje de error de nombre de usuario o contraseña, incluso aunque la introduzcan bien. El sistema simplemente no aceptará que inicien sesión en estos dispositivos.
En concreto, la lista de cosas que los usuarios ya no podrán hacer es la siguiente:
. Realizar un restablecimiento de fábrica e intentar iniciar sesión durante el primer arranque
. Cambiar la contraseña de Google en el dispositivo; si la cambiamos en otro, se cerrará la sesión automáticamente y no podremos volver a iniciarla.
. Eliminar la cuenta de Google y volver a añadirla.
. Crear una nueva cuenta de Google en el dispositivo.
Si queremos seguir teniendo acceso a nuestra cuenta de Google, la compañía recomienda actualizar a una versión más nueva de Android, a partir de Android 3.0. Si nuestro dispositivo se puede actualizar, se recomienda hacerlo pero si no, tendremos que comprar uno nuevo.
¿Obsolescencia programada?
Google afirma que la medida afectará a muy pocos usuarios; según sus datos, sólo un 1% de los dispositivos Android usan versiones anteriores a Jelly Bean. Sin embargo, teniendo en cuenta la inmensa popularidad de Android, con más de 3.000 millones de dispositivos activos (sin contar los inactivos), millones de usuarios pueden verse afectados.
Google justifica este anuncio en la "seguridad", como parte de sus "esfuerzos en mantener a los usuarios seguros". Android Gingerbread 2.3.7 fue lanzado en septiembre de 2011, y ya hace muchos años que no recibe ninguna actualización de seguridad, o de ningún tipo. Por lo tanto, su uso no es recomendable, pero eso no impide que haya mucha gente que, ya sea por gustos o por incapacidad, sigue usando dispositivos antiguos.
Este anuncio también reaviva el debate sobre la obsolescencia programada. Una cosa es que un dispositivo deje de recibir actualizaciones y que siga funcionando, y otra muy diferente es que funciones básicas desaparezcan de la noche a la mañana. Es muy probable que muchos de estos dispositivos acaben en un vertedero, cuando los usuarios se den cuenta de que ya no pueden comprobar su correo o buscar una dirección.