
Un mensaje en Twitter de la cuenta oficial de la Policía Nacional se ha centrado en el rifle antidrones, pero ¿en qué consiste una de las "armas más sofisticadas" a las que tiene acceso el cuerpo?
La tecnología nunca deja de avanzar, y con ella los usos ilegítimos, fradulentos o ilegales de esta; así se inicia una auténtica carrera armamentística entre criminales y fuerzas de seguridad, con estas últimas constantemente teniendo que adaptarse a nuevas situaciones y amenazas.
Uno de los casos más recientes es el de los drones. Después de unos años sin legislación concreta, el uso de drones en zonas pobladas ya está más controlado en España, con la definición de ciertos límites. En España, los drones están limitados a una altura de 120 metros, deben estar siempre al alcance visual del piloto, y no deben volar en un mínimo de 8 kilómetros de espacios aéreos controlados, como aeropuertos.
Sabías que...
— Policía Nacional (@policia) June 11, 2021
... el rifle anti-drones es una de las armas más sofisticadas que utilizamos para neutralizar drones que sobrevuelen ? espacios protegidos ????#EstamosPorTi pic.twitter.com/Z3opLtPcY3
Pero mientras se desarrollaban estas reglas, esta tecnología ha avanzado a niveles muy avanzados. Hoy en día es posible obtener drones de gran autonomía, veloces y capaces de transportar desde cámaras a cajas de material de manera rápida y automática. También se usan cada vez más en manifestaciones, reyertas y espionaje.
Para esas y otras ocasiones, empresas como HiKVision desarrollaron armas como el UAV Jammer UAV-D04JAI, el modelo que aparece en la foto compartida por la Policía Nacional. Aunque a simple vista parece un rifle o una ametralladora algo 'rara', en realidad se trata de un avanzado dispositivo electrónico capaz de hacer que un dron caiga de los cielos.
La función principal de este rifle es interferir las comunicaciones, concretamente, las que se realizan constantemente entre el dron y el piloto que lo está controlando a distancia. Dada la precisión necesaria y la distancia a la que es eficaz, entre 800 y 1.000 metros, se incluye una mirilla con la que el operador puede apuntar; a partir de entonces, sólo tiene que disparar, como si fuese un arma de fuego.
El proceso que continúa es algo más complejo. El dispositivo es capaz de afectar a la conexión remota del dron, por lo que el primer efecto es que no puede seguir siendo controlado a distancia; además, también anula los sensores de a bordo, por lo que el dron se queda 'ciego'. A partir de entonces hay varias opciones; es posible capturar el dron, o hacer que vuelva al lugar original de lanzamiento. El operador puede desactivar el GPS o atacar las comunicaciones, ajustando la potencia del ataque directamente desde el rifle.
El gran inconveniente de este arma es que precisa de energía eléctrica, y aunque tiene batería, sólo ofrece una hora y media de uso; aunque tiene un modo de baja potencia que dura diez horas.
Estos rifles antidrones se venden sólo a las fuerzas de seguridad de los países, y llevan años siendo usadas en España, normalmente en grandes eventos como en la final de la Champions del 2019. Pero su uso no está falto de polémica, por el gran poder que otorgan para controlar no sólo los cielos, sino las cámaras que viajan en los drones.
El pasado 8 de marzo, el ejército de México usó estos aparatos durante las manifestaciones por el Día de la Mujer; inicialmente fueron confundidos con rifles de francotirador, lo que despertó el pánico y obligó a la Presidencia a declarar públicamente que los agentes no llevaban armas de fuego. Además, está la cuestión del precio, superando los 40.000 dólares por cada uno; y las primeras reacciones al mensaje en Twitter de la Policía incluyen críticas por esto.