
Quien esté leyendo estas palabras, lo más probable es que lo esté haciendo con Chrome. El navegador web de Google es el más popular por mucha diferencia, ocupando el sitio que en su día tenía Internet Explorer. La diferencia respecto a aquel periodo oscuro de Internet es que ahora sí hay alternativas, y el mercado es tan grande, que incluso un pequeño porcentaje supone contar con millones de usuarios.
No es que eso sea consuelo para Mozilla, creadora de Firefox. La organización sin ánimo de lucro permaneció años como la gran opción frente al navegador por defecto de Windows, pero eso no le sirvió de nada cuando Google puso el sector patas arriba con Chrome. Ahora, Firefox se encuentra ya en el tercer puesto, detrás de un renovado Edge de Microsoft, y no hay visos de mejora.
El lanzamiento de la versión 89 de Firefox pretende cambiar eso. Los cambios son evidentes a simple vista, y han sorprendido a muchos usuarios cuando han iniciado el navegador esta mañana. Las principales novedades se encuentran en el diseño, que ahora es más moderno, similar a Chrome y a Edge, pero con características propias.

Por ejemplo, las nuevas 'pestañas flotantes', que en vez de estar unidas al cuerpo del navegador, ahora tienen un relieve que indican cuál estamos usando. Las pestañas en sí también son más grandes y fáciles de distinguir, un cambio que, según Mozilla, fue realizado para animar a los usuarios a mover pestañas y cambiarlas como sea más cómodo para el usuario. Más de la mitad de usuarios de Firefox tiene más de cuatro pestañas abiertas al mismo tiempo, y estos cambios van dirigidos a facilitar esa costumbre.
Muchas herramientas han cambiado de sitio, o han desaparecido directamente. Mozilla explica que los dos elementos más usados por los internautas son el 'menú hamburguesa', el de las tres líneas que nos ofrece acceso a todas las opciones, y el menú que aparece al hacer clic derecho. Así que han centrado sus esfuerzos en mejorar ambas partes, priorizando los elementos más usados; también se han eliminado iconos y simplificado los menús.
Las molestas notificaciones de las páginas web también han recibido un lavado de cara; ya no recibiremos una notificación por cada nueva cosa que requieran. Ahora, un único panel nos mostrará permisos relacionados como el acceso a la webcam o al micrófono.

No es sólo la versión de escritorio la que ha recibido estas mejoras. La versión de iPhone y iPad de Firefox ha sido completamente renovada, después de años con un diseño que ya se notaba obsoleto. Una mejora que agradecerán muchos es que, al abrir una nueva pestaña, ya no tendremos que pulsar en la barra de búsqueda para que aparezca el teclado. Por supuesto, los componentes visuales también han sido actualizados para que se parezcan a la versión de escritorio.
Si estos cambios serán suficientes para atraer usuarios, es algo que está por ver. En un momento en el que la privacidad importa más que nunca, Firefox quiere demostrar que puede ser diferente a Chrome en ese sentido, pero igual de moderno al mismo tiempo.