
En enero de este año Razer presentó la nueva versión de su modelo de ratón best-seller, el Razer Deathadder v2. Se trata de un modelo más ligero y cómodo de usar que su predecesor, que además incorpora la novedosa tecnología de switches ópticos y ocho botones programables.
La mejorada ergonomía del ratón es uno de sus principales puntos fuertes. Su forma curvada está diseñada para un ajuste óptimo a la mano del usuario, con una fácil disponibilidad de todos sus botones y suaves agarres laterales de goma para mayor control del dispositivo. El cable permite movimientos fluidos y da sensación de mayor resistencia, que en realidad promete ya que está fabricado con la tecnología Speedflex. La base del ratón también ayuda a los movimientos, compuesta al 100% por teflón. Otra ventaja importante es la ligereza, pues tan solo pesa 82 gramos.
En cuanto a sus especificaciones técnicas, el Deathadder V2 viene con un nuevo sensor óptico, denominado Focus+, que permite una sensibilidad de hasta 20.000 DPI, con una precisión de resolución de un 99,6% y una velocidad de rastreo de 650 IPS. Aunque al principio cabe preguntarse qué se puede hacer con un puntero que vaya a tal velocidad, la realidad es que es poco útil establecerlo en más de 1000 DPI con un solo monitor. Resulta bastante eficaz para la transición entre pantallas de un mismo set-up y gracias a la configuración del propio ratón se puede situar donde se quiera en un rango muy amplio de sensibilidad.
En línea con los productos ópticos que está lanzando Razer, los switches que incorpora el ratón prometen una mayor velocidad de respuesta al clicar, y una mayor vida útil, de hasta 70 millones de clics. Si estamos acostumbrados a usar un ratón tradicional es probable que nos cueste ver una diferencia muy grande entre ambos modelos y que necesitemos algo de tiempo para adaptarnos a este nuevo dispositivo, cuya curva de aprendizaje puede ser más larga pero que al final puede ofrecernos muchas ventajas, sobre todo en juegos de shooter y otros que requieran mayor velocidad.
Otro punto fuerte de este ratón presenta grandes posibilidades en cuanto a su personalización. A través del software propio de Razer, Synapse 3 (descargable en la web), podemos, no solo controlar su aspecto y coordinarlo con el resto de nuestros periféricos, con una gama de 16,8 millones de colores reales a elegir, sino que además podemos configurar sus 8 botones programables y guardar hasta 5 perfiles en su memoria integrada. El uso de esta aplicación es muy sencillo y nos permitirá que la experiencia sea perfecta y personalizada para cada juego.
El botón que incorpora en la parte inferior del ratón es el que permitirá cambiar de perfil, dependiendo de si estamos haciendo un uso habitual o si estamos jugando. Permite, además, conectar cada perfil a un juego distinto, lo que hace innecesario cambiarlo cada vez que entramos. Aunque cada perfil está ligado a un color en la aplicación, la luz que se encuentra al lado del botón inferior no cambia de color, por lo que habrá que ser un poco intuitivo o meterse en la aplicación para ver qué perfil estamos utilizando.
En resumen, nos ha costado encontrarle pegas al Deathadder V2: es un ratón perfecto tanto para jugadores experimentados como para usuarios principiantes, que a un precio de 79,99€ se presenta como un ratón de alta gama capaz de competir con cualquier otro de su categoría.