Estos días he estado reflexionando y hablando mucho con diferentes expertos sobre cómo volver a la hegemonía internacional de Europa en temas de Electrónica y Telecomunicaciones que contribuyan a consolidar los principios básicos sociales por lo que los fundadores de Europa lucharon desde el principio.
En toda esta reflexión pensaba en cosas banales: el mantenimiento del Mobile World Congress en Barcelona; seguir impulsando que Barcelona y Madrid sigan siendo los referentes de la atracción de empresas de nueva creación digital o de las cabeceras de las principales multinacionales, respectivamente, etc. Pero no se me ocurría nada disruptivo en el que construir una buena reflexión que ayude a todos a consolidar una industria puntera, diferenciadora, local y con proyección de crecimiento exponencial.
Llevamos dos años movidos de luchas comerciales entre Estados Unidos y China, muchas veces por los temas productivos. Estados Unidos, el sistema más liberal del mundo, ha realizado políticas proteccionistas mediante aranceles a las exportaciones de todo tipo de productos: desde los alimentarios a los tecnológicos (y nos ha afectado incluso al jamón … muy tecnológico éste…). Todo ello, le aleja de sus principios liberal de Adam Smith, Ludgwig Von Mises o su discípulo Friedrich Hayek. Parece que todo ello nace realmente de la realidad que ha sufrido Estados Unidos: Mientras que tiene a los mejores Over the Top (OTT): Google, Facebook, Amazon, WhatsApp etc. sus estructuras de desarrollo de soluciones de electrónica de redes ya no son las hegemónicas o tienen mucha competencia asiática a unos precios que no son de mercado.
"Los fabricantes chinos que acudían a los primeros MWC miraban, observaban copiaban y mejoraban"
Recordando los primeros años del Mobile World Congress de Barcelona me acordaba cómo los fabricantes chinos miraban, observaban y, posiblemente, copiaban y mejoraban. Se llevaban las raíces de los componentes y los mejoraban enormemente para competir en un estado que le permitía crear su propio WhatsApp (WeChat), su propio Facebook (Qzone, Baidu), su propio Amazon (Alibaba), etc. Además, todos los habitantes de China tienen que tener sus dispositivos geolocalizado y con capacidad de que el estado intervenga sobre ellos en casos de emergencia (MMS), como ha sucedido con el Covid-19.
Los fabricantes de China o de Asia no tienen problemas en incorporar los chips de las soluciones de localización GPS originaria de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y los utilizan para localización, además de la triangulación de antenas. Crean por supuesto su propio sistema GNSS como es el Beidou, y se aprovechan también del sistema ruso Glonass.
El sistema Galileo ofrece características de geoposicionamiento mucho más destacadas y ventajosas que las de sus competidores
Consultando a varios expertos como Antoni Paz o Armengol Torres, me comentaron que la ventaja competitiva de Europa está en nuestro sistema Galileo de geoposicionamiento con características mucho más destacadas y ventajosas que las demás. En el 2008, cuando me explicaron por primera vez este sistema, lo concebí como uno de los proyectos más relevantes de Europa y con mayor futuro tanto por sus características intrínsecas al concebir, en torno a él, un gran número de aplicaciones para soluciones que requieren de mucha precisión (de metros) y facilitar la aparición de nuevas soluciones muy avanzadas. En ese tiempo, cuando era un usuario de los Sistemas de Información Geográfica (GIS), ya comenzaba a verlo como una gran solución si los tiempos del proyecto hacían que no entraran los sistemas alternativos de otras potencias.
Tal vez no seamos conscientes de que usamos Galileo a diario si tenemos un teléfono inteligente de nueva generación disfrutando ya de su mejor precisión. Cuando se complete su operatividad previsiblemente este año con la fase denominada FOC (Final Operation Capabilities), Galileo ofrecerá todo un conjunto de notables y potentes servicios como el servicio abierto, servicio público regulado, servicio de búsqueda y rescate, servicio de alta precisión y servicio de autenticación comercial.
Con esta interesante perspectiva de liderazgo mundial, y teniendo en cuenta la actual tendencia de "fertilización cruzada" entre múltiples tecnologías como las comunicaciones satélite, la teledetección, la Internet de las Cosas (IoT), etc., todas habrán de canalizarse hasta el usuario por medio de tecnología 5G. Si esto es así, Europa debe competir en el 5G con sus propios chips en los dispositivos móviles y con soluciones únicas personalizadas para esta miríada de servicios que surgirán. Después de la gran inversión realizada en este tema a nivel de los equipos y sistemas, ahora es el momento de las aplicaciones y de los dispositivos.
Creo que deberíamos aportar mucho tiempo y esfuerzo para que este año, tras el COVID-19, sea el de Europa con una solución única y singular que nos permita liderar el 5G con nuestros propios estándares y chips que se deberían incorporar de forma 'obligatoria' a las soluciones tecnológicas, en forma de dispositivos, que se puedan utilizar en todo el mundo por sus soluciones avanzadas que aportarán.
Ferran Amago es director Ejecutivo Leitat Chile. Experto en Telecomunicaciones y su Regulación y Estandarización. Exdecano del COITT y COETTC.