Todos recordamos como eran las máquinas de escribir: tenían unas teclas que sonaban escandalosamente y que permitían escribir a gran velocidad. Ese diseño se alejó de los ordenadores que diseñaron las primeras empresas tecnológicas, que con la intención de ganar espacio y poder hacer los dispositivos más finos, comenzaron a usar otro tipo de teclas más delgadas y silenciosas. Pero Razer, la empresa de tecnología especializada en 'gaming', decidió incorporar los denominados 'switches' mecánicos a los teclados de ordenador.
Estos switches tenían una clara ventaja: mayor rapidez de actuación y de reseteo (es decir, la tecla vuelve antes a su posición inicial), características que sin duda podían ofrecer muchas cosas al 'gaming', donde la velocidad es clave y se suelen usar las mismas teclas todo el rato. De esta forma, Razer comienza a lanzar teclados con switches mecánicos, hasta que se dan cuenta de que pueden ir un paso más allá y llegan a la familia Huntsman: teclados con switches ópticos.
Qué es un switch óptico
En un switch mecánico, todas las partes que forman parte del mismo son físicas. Es decir, para activar una tecla, pulsamos una parte física que "empuja" a otra parte física y, de esta forma, conseguir que la tecla "llegue" hasta la pantalla del ordenador. ¿Qué ocurre con este tipo de switches? Hay que pulsarlos con más fuerza, tienen un largo recorrido y se desgastan. Razer pensó que se podía mejorar esto y sacó al mercado los switches ópticos: no se activan de forma física, sino con una señal luminosa que se activa cuando el usuario pulsa la tecla.
Cuentan con un sensor óptico ligero, que está dentro del cuerpo del switch. Al pulsar la tecla, un receptor se activa mediante la señal luminosa y el comando se activa. Esto permite varias cosas: la distancia de accionamiento es de 1 mm (un 16% menos que con un mecánico) y se activa con menos peso. Al usar la luz para actuar, se elimina el rebote que se encuentra en los interruptores mecánicos tradicionales. Como resultado, la señal se envía en el instante en que se acciona la tecla. Mientras que una tecla mecánica permite 50 millones de clicks, una con mecanismo óptico aguanta hasta 100 millones.
Esto dejó dos tipos de switches ópticos en Razer: los rojos, switches ópticos lineales con menor distancia de actuación, menor fuerza de actuación y un sonido caracterísitico que recuerda a las máquinas de escribir y que nos ayuda a reconocer si hemos pulsado la tecla o no; y, por otro lado, los morados, unos switches ópticos con mayor distancia de actuación, mayor fuerza de acción y un sonido más leve que sus compañeros de color rojo.
La familia Huntsman
Con este diseño entre manos, la marca decidió sacar al mercado un primer modelo, el Huntsman Elite: un modelo que, como su propio nombre indica, se trata de un teclado de élite, no solo por los switches ópticos (de color rojo), sino por incorporar una línea de luz que recorre los bordes del teclado por los cuatro lados. Además, incorpora un reposamuñecas de piel sintética que se adhiere al teclado de magnéticamente y que cuenta también con iluminación exterior. Cuenta con teclado numérico, lo que lo hace más grande, si bien con la ventaja de que incorpora encima un dial digital multifunción para acceder a todo rápidamente (como al brillo) y cuatro teclas para el control del volumen.
Razer decidió sacar también un modelo más compacto, el Razer Huntsman Tournament Edition, un teclado un switches ópticos lineales (rojos) y un tamaño reducido al descartar el teclado numérico que a veces incorporan los teclados a la derecha. Por tanto, este teclado incorpora los switches más rápidos de la marca y consigue una velocidad increíble para lograr esa ventaja necesaria en los videojuegos. En el exterior, un haz de luz en todas las teclas personalizable y en la parte trasera un cable tipo C con cierre de seguridad para que el teclado se mantenga conectado durante toda la partida.
Ratones ópticos
La tecnología diseñada por Razer se aplicó también a los ratones, sin duda uno de los elementos más importantes para aquellos que juegan por ordenador. La rapidez en los botones principales es esencial sobre todo en 'shooters' e incorporar switcher ópticos supone una mejora con respecto a los tradicionales. En este caso, el Razer Optical Mouse Switch incorpora los óptico-lineales, de color morado, con el mismo accionamiento mediante el haz de luz que permite que el tiempo de respuesta se efectúe en 0,2 milisegundos. El accionamiento es casi instantáneo, sin posibilidad de accionamiento involuntario. Al no ser necesario ningún contacto físico para enviar la señal, lo que elimina la necesidad de desactivación de rebote y le proporciona una durabilidad un 40% mayor que los ratones tradicionales (70 millones de clicks frente a 50 millones de clicks). Por supuesto, el modelo incorpora la ruleta habitual y dos teclas que coinciden con el pulgar de la mano para tener más posibilidades durante las partidas.