Otra prueba del cohete de próxima generación de SpaceX, Starship, terminó en fracaso durante el fin de semana, después de que una parte importante del cohete explotara en las instalaciones de la compañía en Boca Chica, Texas. Tras llenarse con propulsor el viernes por la noche, al intentar probarlo se derrumbó sobre sí mismo y se lanzó al aire antes de golpear el suelo y romperse, según los vídeo grabados en las inmediaciones.
El CEO de SpaceX, Elon Musk, reconoció el fracaso esta mañana, bromeando que la compañía "simplemente lo superará". Él culpó del incidente a un "disco" en la base del vehículo que asume gran parte de la "carga de empuje".
El artículo de prueba se arrugó en pedazos en el suelo, lo que significa que el vehículo, probablemente, no se podrá salvar. Musk señaló en Twitter que SpaceX probará una nueva versión de Starship en los próximos días.
Starship está destinado a ser el próximo gran cohete de SpaceX, diseñado para llevar a los humanos a destinos del espacio profundo como la Luna y Marte. La compañía ha estado construyendo varios prototipos del cohete en sus instalaciones de prueba en Boca Chica durante los últimos años, ejecutando pruebas en el hardware de vez en cuando. En noviembre, una versión de prueba anterior de Starship se deshizo durante una prueba de presión, lo que llevó a SpaceX a desechar ese prototipo y pasar al siguiente. Ahora parece que a SpaceX le tocará hacer lo mismo nuevamente.