
China va en cabeza en lo que a inteligencia artificial se refiere. La superpotencia económica también es una superpotencia tecnológica, un país donde se han desarrollado grandes avances de la tecnología emergente y que han supuesto un verdadero contrapeso al poder unívoco de Estados Unidos.
Pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y aceptarlo y saber manejarlo es lo que lo que Kai-Fu Lee pide a ambos países.
"Superpotencias de la inteligencia artificial: China, Silicon Valley y el nuevo orden mundial" es el título del nuevo libro de Kai-Fu Lee, el empresario estadounidense nacido en Taiwán e instalado en Pekín con la sede de su fondo de capital riesgo, Sinovation Ventures.
Experto en inteligencia artificial, su empresa está dirigida al desarrollo de la próxima generación de compañías chinas de tecnología. La fundó después de trabajar en las empresas más importantes del sector, como Apple, SGI, Microsoft o Google. Este lunes presentó su séptimo libro en la sede de Madrid de BBVA, junto con el presidente de la entidad, Carlos Torres.
Sin querer presentarse como un oráculo, Lee ofrece en este libro una predicción sobre lo que podría ser el futuro de la humanidad, en el que las tareas mecanizadas pasarán a ser un trabajo de robots y donde la industria manufacturera se transformará, llevando a la quiebra de los talleres clandestinos del tercer mundo y exacerbando aún más la desigualdad económica mundial.
Las cuatro fases de la IA
Esta distopía no está tan lejos de lo que nos pensamos para Lee, quien establece cuatro oleadas de la IA. La primera, basada en la recopilación de datos y utilización de estos para la automatización objetiva. Es lo que hacen con nuestros datos Google, Amazon o Facebook.
En la segunda fase, todas las empresas incorporan la IA, de forma que se utilicen todo tipo de datos para optimizar los procesos, tanto en fabricación como en medicina como en banca. En la tercera fase se nos permitirá aprovechar al máximo el internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), sensores colocados en todas partes que nos ofrecen datos y que nos permiten oír y ver sea donde sea.
"En 30 años ya no habrá tareas rutinarias, la inteligencia artificial nos habrá liberado de estas y podremos dedicarnos más a cuestiones del ser humano."
Y, finalmente, una cuarta oleada, cuando la IA entre en juego con los robots, los coches autónomos, etc. Esta fase, para Lee, va a llevar mucho más tiempo que las tres primeras, pues hay unos requisitos técnicos que deben cumplirse. Sin embargo, calcula que estaremos entrando en esta fase en unos 15 años.
China vs. Estados Unidos
Aunque ambas potencias se encuentran en un "emergente equilibrio" en lo que a IA se refiere, en una entrevista a EFE, Lee declaró que, si bien "EEUU está claramente por delante en investigación, China es más rápida en implementación. Y la implementación es una fase clave en la actualidad. China dispone de muchísimos datos de usuarios".
El país asiático, sin duda, ha puesto esfuerzo y dinero en despuntar en este campo. "[En 2016] el gobierno central chino elaboró un ambicioso plan para desarrollar las capacidades de la inteligencia artificial. Instó a una mayor financiación, apoyo político y coordinación nacional para el avance de la IA. Estableció claros parámetros de evaluación para medir el progreso entre 2020 y 2015 y previó que para 2030 China se convertiría en el centro de la innovación global en inteligencia artificial", cuenta Lee en su libro.
"En 2017, los inversores de capital riesgo chinos ya habían respondido a esa llamada, invirtiendo sumas récord en nuevas empresas de inteligencia artificial, que representaba el 48 por ciento de toda la financiación de capital riesgo en IA en todo el mundo, superando por primera vez a Estados Unidos", explica.
En este punto, cree que el triunfo de China está basado en haber seguido su propio camino, ya que lo que funciona en China no tiene por qué ser lo que funcione, por ejemplo, para Europa. Sostiene que Europa no debe mirar hacia el país asiático: "China no ha copiado a Silicon Valley y por eso han salido bien las cosas. Europa debe construir su propio ecosistema". Explica, claramente, que Steve Jobs no habría triunfado en el ecosistema chino, entre otras cosas, por su falta estudios, un requerimiento indispensable en los países asiáticos, donde el éxito en los estudios es clave para el triunfo posterior.
El Gobierno chino ha decidido ser promotor de la tecnología china. En 2016 puso en marcha un ambicioso plan: para 2030 sería el centro de la innovación global.
"El Gobierno chino ha entendido su papel como promotor de la tecnología china. Ha dicho, vamos a construir carreteras inteligentes y este tipo de cosas. Para que Europa encuentre su lugar debe hacerse otro tipo de preguntas. En el libro se habla de esto, de que se pueden inspirar pero no deben hacer una copia de lo que se hace en China o Estados Unidos", explicó en la presentación del libro en la sede de BBVA.
Destruir y crear, riqueza y pobreza
Aunque el papel de la IA en el futuro de la humanidad es innegable, también va a ser un proceso complicado, según Lee, en el que se destruirán muchos puestos de trabajo, pero se crearán muchos otros que jueguen acorde con esta tecnología.
Explica, por ejemplo, que no desaparecerán los CEO de las empresas, pero que tendrán mayor visibilidad, mayor capacidad para predecir el futuro y más tiempo para dedicarlo a su empresa, dejando en manos de la IA tareas como el archivo de datos, la respuesta a llamadas telefónicas u otras tareas rutinarias. Estima que esto mismo pasará con los médicos, los profesores o los científicos.
Su estimación es de que, en diez o veinte años, se automatizarán cerca del 40% o el 50% de los puestos de trabajo en Estados Unidos, lo que no se traducirá en un mayor desempleo ante la creación de nuevos puestos que podrán compensar estas pérdidas.
"Se han realizado pocos estudios de calidad sobre el impacto de la automatización en el gigante asiático, pero la opinión generalizada sostiene que el pueblo chino se verá mucho más afectado, con robots inteligentes que pondrán fin a una era dorada para los trabajadores de la "fábrica del mundo" […]. Los expertos, como Martin Ford, autor del libro El auge de los robots, sostienen que esta gran base de trabajo manual rutinario podría convertir a China en la "zona cero de la disrupción económica y social provocada por el auge de los robots", explica Lee en su libro.
Dentro de veinte años, la IA será parte de nuestras vidas. Ya no hablaremos de empresas de IA porque todas tendrán esta tecnología implantada en todas sus divisiones y productos. En palabras de Lee, cerca de 15 billones de euros se podrán generar en España gracias a la IA. Ahora bien, la replicación humana llevará mucho más tiempo, si es que esta llega algún día.
Para Lee, lo que ha conseguido la IA es "increíble", algo con lo que podemos echas la vista atrás pero también mirar hacia adelante: "en 30 años ya no habrá tareas rutinarias, la inteligencia artificial nos habrá liberado de estas y podremos dedicarnos más a cuestiones del ser humano, a pasiones".