Sí, pero no de cualquier forma. Poco más o menos, es lo que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha venido a decir al operador de telecomunicaciones Lyntia Networks al autorizar tanto la compra de los derechos de uso a largo plazo de la fibra oscura de Iberdrola como la adquisición de la actual cartera de clientes de estos servicios.
En concreto, la compañía de telecomunicaciones que preside Eduardo Taulet (antes conocida como Ufinet), deberá cumplir ciertos compromisos para preservar las condiciones contractuales a los clientes de la entidad resultante de la operación. Al tratarse de un sector altísimamente concentrado –donde los dos principales operadores, Reintel y Lyntia, abarcan más de 90% del mercado- el supervisor de la competencia pretende derribar parte de las barreras de entradas al mismo, según indica la CNMC a través de un comunicado.
Este organismo condiciona la compra a que Lyntia "no resuelva injustificadamente los contratos vigentes y ofrezca prorrogar los contratos vigentes que venzan en un periodo de 10 años". Además, la 'teleco' deberá "ofrecer acceso, en condiciones razonables y en las diferentes modalidades comerciales existentes, a toda su red de fibra oscura en España durante un periodo de cinco años".
Como es preceptivo en este tipo de operaciones, la CNMC vigilará que Lyntia cumpla con su parte del trato, para lo que estará obligada a "remitir periódicamente un conjunto de información que permite contrastar el respeto efectivo de tales compromisos".
El pasado marzo, la compañía eléctrica Iberdrola alcanzó un acuerdo Lyntia Networks para cederle el derecho de uso de parte de su red de fibra óptica oscura por 260 millones de euros. En la transferencia intervinieron tres sociedades del grupo Iberdrola: Iberdrola España, Iberdrola Distribución Eléctrica e Iberdrola Generación, todas ellas llamadas a ceder en exclusiva y a largo plazo a Lyntia los derechos de uso de la capacidad excedentaria de su red de fibra óptica. A partir de ahora, Lyntia está llamada a abonar los 260 millones de euros -junto con los ajustes que determine la eléctrica-, una vez ya aprobada la compra.
