Es una de las palabras más repetidas en la actual generación de consolas. La Wii U de Nintendo lo incluyó de serie, Xbox One terminó por añadirlo y sin embargo no entra en los planes de Sony para su PlayStation 4: estamos hablando de la posibilidad de jugar a juegos de anteriores consolas en máquinas actuales, tanto en formato disco, como en formato digital. De esta manera podemos jugar a nuestra colección de juegos de la pasada generación sin tener que desempolvar nuestras consolas antiguas.
Nintendo es una de la compañías fabricantes de consolas que más apuesta por ello. De esta manera podemos jugar a la clásica Wii en una Wii U o a juegos de Nintendo DS en una portátil 3DS, pero es una característica no siempre fácil de incluir porque compromete la arquitectura de los sistemas.
El salto de consolas como PS4 y Xbox One a arquitecturas muy cercanas al PC, para hacer más fácil la tarea a los desarrolladores de videojuegos, hizo a Sony y Microsoft no mirar atrás y dejar de lado la retrocompatibilidad con PS3 y Xbox 360, aunque los de Redmond han dado su brazo a torcer con el paso del tiempo, incluyéndolo en Xbox One.
Pero, ¿realmente están los jugadores interesados en esta característica o es una concesión para unos pocos? Lo cierto es que incluir esta característica no ha ayudado a Wii U y Xbox One en el mercado de consolas, mientras que PlayStation 4 sigue como líder muy destacada de la generación, pese a no ser retrocompatible. Por lo tanto, pese a ser una característica valorada por el jugador y muy deseada por el público más apasionado, parece que no es determinante para decidirse por un sistema u otro a la hora de ir a la tienda, mientras que otras claves, como el juego online con amigos, parece influyen mucho más.
Sin embargo, pese a que para la gran mayoría de jugadores es una característica que pasa algo desapercibida, hace mucho más cómodo rescatar del olvido títulos clásicos que de otra manera seguro se quedarían ahí. Quizás es la industria del vídeo la que ha entendido mejor que nadie el hecho de poder reproducir prácticamente toda nuestra estantería en un solo reproductor Blu-ray, compatible también con discos DVD, y poder tener el salón lo más despejado posible. Por no hablar del PC, unificado bajo Windows y al que han ayudado mucho plataformas de videojuegos digitales como Steam, pudiendo jugar a juegos de todas las épocas con bastante facilidad.
Al problema de las arquitecturas de consolas en esta generación, tan diferentes a la anterior, se ha unido el boom de las remasterizaciones, de las que ni Microsoft, Sony o Nintendo se salvan. Las compañías han acudido al rescate de gran cantidad de títulos clásicos, adaptándolos a los nuevos tiempos con gráficos HD lo que parece ha justificado reciclar el producto para reintroducirlo en el ciclo comercial. Precisamente una de las consolas con más remasterizaciones HD en su catálogo es PlayStation 4, donde no ha llegado la retrocompatibilidad con PS3.