La editora gala Ubisoft nos trae este mes de marzo uno de los juegos que más expectación ha creado en esta primera mitad de año: Tom Clancy's The Division. Lo nuevo de Ubisoft sigue a su manera los pasos de otro éxito de esta generación: Destiny; y lo hace mezclándo lo mejor de jugar solo y de hacerlo acompañado, con toques de rol muy adictivos e inmensas posibilidades de evolucionar a nuestro personaje.
The Division sigue los pasos de Destiny no solo en lo jugable, sino como fenómeno de masas, ya que tras su salida se ha colocado directamente como el juego más rápidamente vendido de la historia de la compañía. Ambos tienen en común la virtud de hacernos sentir que por fin estamos jugando a "algo nuevo" en esta generación de consolas, en la que las compañías de videojuegos arriesgan tan poco. Tanto aquellos que quieran jugar en solitario, como los que quieran experimentar una nueva forma de interactuar con otros jugadores encontrarán su sitio.
El punto de partida de este juego, basado en las novelas de Tom Clancy, es que somos parte de un equipo de élite, movilizado al desatarse una pandemia que ha colapsado la ciudad de Nueva York, sumiéndola en el más absoluto caos. Para devolver todo a la normalidad tendremos que patrullar la ciudad para garantizar la seguridad cumpliendo las misiones más urgentes en un modo campaña largo y lleno de contenido, que podremos jugar solos o con amigos, aunque recomendamos compañía si no queremos que las cosas se nos pongan cuesta arriba.
Una de las grandes bazas de este esperado proyecto de Ubisoft, que se presentó entre gran expectación en el E3 de 2013, es su ambientación, que coge prestadas algunas de las localizaciones más conocidas de la ciudad de Nueva York para plasmarlas con polígonos. Los escenarios son un importante recurso narrativo del juego, pues con un solo vistazo muestran todo lo que ha sucedido sin necesidad de explicarlo con palabras. Este recurso narrativo es algo cada vez más común en los videojuegos y algo que hay que saber apreciar.
En lo jugable, nos vamos a encontrar un planteamiento de acción en tercera persona que hace lucir mucho todos los entornos y a nuestro personaje, al que veremos evolucionar visualmente a medida que vayamos consiguiendo nuevo equipo y armas, lo que hace que la adicción también entre por los ojos.
La adicción a la que nos somete The Division está relacionada con las grandes posibilidades de evolución del personaje a través del equipo que consigamos como recompensa en misiones o directamente rescatado de los enemigos al acabar con ellos. Una fórmula que bien han sabido explotar otras licencias como el atemporal Diablo de Blizzard; siempre hay un equipamiento mejor para nuestro personaje que nos está esperando ahí fuera.
En el lado negativo nos encontraremos una inteligencia artificial de los enemigos que podría haber ido más allá. Los tiroteos no son tan satisfactorios como en otras obras del género en tercera persona (como Uncharted o The Last of Us); tanto por lo previsible de los ataques enemigos como por el sistema de apuntado, que no es muy exigente. Aun así, el juego supone un reto incluso para los más experimentados, que se verán sorprendidos en muchas ocasiones por los duros enemigos.
También hay un importante espacio para el juego con otros jugadores, donde The Division va mucho más allá que Destiny, poniendo a nuestros pies la llamada Zona Oscura. Se trata de una zona de la ciudad contaminada donde no llega la ley, y por lo tanto los saqueos y la ley del mas fuerte impera. Como jugadores somos totalmente libres de atacar a los demás o cooperar con ellos, lo que le da al juego un componente de azar muy interesante, quizás lo que más nos ha gustado.
Detrás del ambicioso proyecto está Massive Entertainment, un estudio sueco interno de Ubisoft que se enfrenta al gran reto de surtir en los próximos meses de contenido a los voraces jugadores más experimentados para los que, como sucede con Destiny, consumen a velocidad de infarto.
Y es que The Division se plantea como una experiencia a largo plazo que se irá expandiendo con el tiempo; desde la Nueva York nevada inicial hasta, ¿quién sabe?, otras ciudades. Desde luego la intención detrás del proyecto es dar a luz un proyecto que mantenga enganchados a los jugadores durante años, como sucede con la obra de los rivales Activision.