Hoy llega a las tiendas uno de los lanzamientos más esperados del año para PC y consolas de nueva generación: Fallout 4, la continuación de una de las mayores obras de los videojuegos en los últimos años. Fallout 3 revolucionó los juegos de mundo abierto tal y como los conocíamos allá por 2008, presentándonos un mundo postapocalíptico y con cientos de tareas, grandes y pequeñas que realizar.
Tras siete años y un spin-off de por medio (New Vegas), Bethesda devuelve a la vida una de sus sagas más queridas, tras el éxito masivo cosechado con The Elder Scrolls: Skyrim en 2011.
Fallout 4 es uno de los últimos en llegar de una lista de grandes lanzamientos en este 2015, que puede considerarse como el año que por fin hace arrancar el motor de la nueva generación. Al borde de cumplir dos años después del lanzamiento de PS4 y Xbox One, las consolas por fin comienzan a recibir títulos que marcan un antes y un después en los videojuegos; con un mercado que madura lentamente por fin hemos podido disfrutar de títulos innovadores a la vez que visualmente impactantes, como Bloodborne, The Witcher 3 o Metal Gear Solid. Fallout 4 se quiere unir a los primeros grandes éxitos de esta nueva promoción, pero ¿está realmente a la altura?
Fallout 4 tiene lugar esta vez en Boston, ofreciéndonos un mapeado increíblemente rico y variado donde perdernos, investigar un mundo víctima del trágico apocalipsis nuclear y construir nuestro propio asentamiento desde cero. Aunque el título está recibiendo duras críticas por su apartado visual, que no saca todo el partido que debiera a las nuevas consolas, lo cierto es que sí cumple y con nota en lo artístico; todo lo que rodea Fallout sigue teniendo el mismo carisma de siempre.
No pasa por alto las nuevas mecánicas de combate, más enfocadas al shooter, para que cada uno pueda afrontar su aventura a su gusto. Dentro de las novedades evidentes y de la gran factura general, lo que sí que es cierto es que parece que Bethesda no ha arriesgado todo lo que nos hubiera gustado con un videojuego que pese a entretener y ofrecer decenas de horas de diversión, no da un verdadero paso adelante respecto a su anterior entrega.
En definitiva, la sensación que nos queda tras pasar una gran cantidad de horas con esta cuarta entrega es de estar ante un muy mejorado Fallout 3 mezclado con elementos más que probados en Skyrim. Sin duda dos referencias enormes en cuanto a RPG de mundo abierto, pero en las que parece Fallout 4 se mira demasiado, sin lograr dar del todo con su propia personalidad.
Lo nuevo de Bethesda queda por debajo de otros grandes RPG del año, como The Witcher 3: Wild Hunt, por no saber exigirse más de sí mismo, aunque no por ello deja de ser un excelente juego con el que hacerse con los ojos vendados.