
Xiaomi ha presentado esta mañana su último teléfono, el Mi 5C, el primer smartphone de la compañía que equipa un procesador creado por ellos. De este modo, el gigante de la electrónica apuesta por un chip propio en lugar de confiar en Qualcomm, como venía haciendo habitualmente. Lo hace como habitualmente: combinando características y bajo precio, poco más de 200 euros.
El procesador ha sido bautizado como Surge S1 y llega orientado hacia la gama media con sus ocho núcleos de los que el Cortex A53 a 2,2GHz y el Cortex A53 a una velocidad de 1,4GHz.
El desarrollo de su propio procesador no sólo hará que la compañía dependa menos de proveedores de terceros, sino que sea capaz de estirar la usabilidad de los terminales gracias a implementar mejor su sistema operativo basado en Android. Y es que se actualizará a MIUI 8 con Nougat.
Al margen del procesador, el Mi 5C equipa una pantalla de 5,15 pulgadas (a una resolución de 1.920x1.080 píxeles), 3 GB de RAM y 64 GB de memoria. Su diseño recuerda al del iPhone tanto en la parte frontal (por su lector de huellas en la parte delantera), como en la parte trasera por dónde está ubicada la cámara y las terminaciones.
Cuenta con una cámara principal con un sensor de 12 megapíxeles a F/2.2, cámara frontal de 8 megapíxeles, una batería de 2.860 mAh con carga rápida implementada, radio FM y sistema de infrarrojos.
Respecto a su precio, la compañía china lo lanzará al mercado local a 1.499 yuanes, lo que al cambio en euros se queda en algo menos de 206 euros. Eso sí, como viene siendo habitual, la disponibilidad desde Occidente será complicada y habrá que esperar a que determinadas tiendas lo comercialicen.