
La realidad virtual es un mercado en el que ningún protagonista de la industria tecnológica quiere quedarse atrás. Intel tampoco y lo ha demostrado con fuerza en la conferencia anual -el Intel Developer Forum- que celebra estos días en San Francisco. Ante más de 6.000 desarrolladores, analistas y periodistas, su CEO, Brian Krzanich, sacó pecho presentando el proyecto Alloy.
Para ello, no dudó en compararlo directamente con el dispositivo de esta categoría que hasta ahora está acaparando más elogios, el Vive de HTC. Sosteniendo uno de ellos, despreció que necesite sensores de situación para marcar el territorio y un mando para cada una de las manos, aparte de las consabidas gafas.
Alloy, que será una plataforma abierta, presume de ser un "todo en uno" que además será capaz -como se ha podido ver en una demostración- de "mezclar el mundo real con el virtual, multiplicando las posibilidades que podremos vivir en 360 grados", dijo Krzanick. Con esto, el sistema será capaz de reconocer nuestras propias manos y también a personas que tengamos cerca y con las que necesitemos interactuar. Así, podremos compaginar ambos mundos, eliminar cualquier barrera entre ellos, multiplicando las posibilidades -muchas de ellas aún por descubrir e inventar- de esta emergente tecnología.
El fabricante de procesadores también seguirá colaborando con otros socios, como Microsoft, en su propio proyecto de realidad virtual, marcado en este caso por la holografía. Como se ha conocido ahora, también se ha contagiado de esa idea de hacer compatibles lo real y lo virtual en múltiples tareas. El vicepresidente de dispositivos de Microsoft, Terry Myerson, anunció en este mismo foro que su producto estará disponible en 2017 para Windows 10.
Entre las posibles aplicaciones de Alloy VR de Intel, se mostró por ejemplo a un músico tocando la batería virtualmente. A éste le siguió otro que ejerció de director de orquesta con un nuevo dispositivo que permitía tocar el piano haciéndose acompañar por un conjunto de cuerdas con el simple movimiento de las manos en el aire sobre una campana dotada de múltiples sensores. Buena parte de estos desarrollos se apoyan en la tecnología RealSense, que tendrá pronto su sucesora -la camera 400, presentada también en este foro-. Gracias a ella, por ejemplo, un dron puede esquivar objetos o los robots pueden seguir objetos por reconocimiento facial...
Nueva generación
El evento que celebra estos días Intel en San Francisco también sirve de marco para la presentación de la séptima generación de procesadores de la marca estadounidense. Estará presente en los dispositivos de diferentes fabricantes a partir de este próximo otoño y, según anunció el CEO de la compañía, promete dar mucho que hablar en el mundo de los videojuegos, otro sector en alza.
Con la idea de ofrecer el abanico más amplio posible a los desarrolladores de cualquier sector, Intel ha anunciado que amplía la familia de módulos -Edison...- con el Joule o el Curie, diseñado sobre todo para los wearables y para el mundo científico.
Conducción autónoma
En la última edición del Intel Developer Forum también está bien representada la industria del automóvil, ya que en la actualidad los nuevos modelos de vehículos llevan más sensores que cualquier otro dispositivo. Elmar Frickentein, vicepresidente senior del consorcio creado para fomentar la conducción autónoma, llegó de copiloto en un coche sin conductor y cuando cerró la puerta, éste continuó su marcha sin más para desaparecer por el extremo contrario del escenario.
De los cinco niveles de la conducción autónoma que existen, explicó que nos acercamos al cuarto eslabón, aquel en el que el conductor -aunque esté presente- ya no tendrá que intervenir en la conducción. En este caso, el objetivo de Intel es ayudar a los fabricantes de automóviles a caminar hacia un entorno ciertamente idílico en el que "no haya accidentes, ni atascos, en el que todo el mundo tenga acceso a soluciones de movilidad y en el que la conducción no solo sea más segura, sino también más divertida", ha explicado Bridget Karlin, directora general de Internet de las Cosas de Intel.
Krzanick insistió durante su intervención en la idea de que "hay que revolucionar la computación para adaptarse a las nuevas necesidades". El CEO de Intel justificó el notable incremento que en la actividad que están adquiriendo en la firma las divisiones de cloud computing y Big Data aportando estas previsiones: "Para el año 2020, a diario, la media de tráfico de datos de cualquier usuario será de 1,5 GB, un hospital generará 3.000 GB, cada automóvil autónomo otros 4.000 GB y una fábrica un millón de GB".