Juan Rubio Martín
- 15/04/2016, 00:45
15/04/2016, 00:45
Fri, 15 Apr 2016 00:45:26 +0200
Hay quienes resaltan la divergencia entre la actual política expansiva del BCE y la de EE.UU., donde la Fed prevé subir gradualmente los tipos de interés. Claro que las inyecciones masivas de liquidez llegaron tarde y con riesgos a la baja en el PIB global y el comercio internacional. No están siendo suficientes para lograr una expansión como en EE.UU., que ha estado 7 años con esas políticas y creciendo a tasas importantes (2,4% en 2015), con un paro que ha bajado del 10% a menos del 5%. Que ahora se frenara su crecimiento -algunos llevan tiempo insistiendo en una recesión que no llega- sería, incluso, saludable. Europa, tras los mismos 7 años de crisis de la que inicialmente se pretendía salir con austeridad y devino en recaída recesiva -al comienzo, comprar deuda por el BCE era ir contra los Tratados- solo lleva un año con la expansión monetaria, es decir, compras de deuda por 60.000 millones de euros mensuales, ampliada a 80.000 millones, al tiempo que lo extiende a deuda corporativa no financiera, como hizo la Fed en EE.UU., para incentivar el crédito y la inversión hacia activos de más riesgo.