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Iconos de la moda: Alexander McQueen, el polémico diseñador británico y 'padre' de la moda salvaje

  • Cuando era un niño, diseñaba prendas para sus tres hermanas mayores
  • Se graduó de la prestigiosa escuela St. Martins College of Art & Design
  • En 1996, ganó el premio como mejor diseñador del año
Alexander McQueen.
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Alexander McQueen (Lewisham, 1969-Mayfair, 2010) fue un diseñador británico conocido en el mundo de la moda por haber liderado el equipo de diseño de firmas tan prestigiosas como Givenchy o Gucci. Pero, si hay algo que le ha hecho pasar a la historia imborrable de este sector fue su estilo transgresor y polémico, siempre avanzado a su tiempo.

Su nombre completo fue Lee Alexander McQueen, nació en el este de Londres y fue el pequeño de seis hermanos. Su padre era taxista y su madre profesora de genealogía, aunque se dedicó al cuidado de sus hijos hasta que McQueen cumplió los 16 años. Desde niño dejó clara su pasión por el sector de la moda, ya que, desde pequeño, diseñaba prendas para sus tres hermanas mayores.

Con tan solo 16 años dejó los estudios para comenzar a trabajar en diferentes talleres de costura, y en 1994, se graduó de la prestigiosa escuela St. Martins College of Art & Design de Londres, formando parte de la más brillante generación de diseñadores británicos, junto con John Galliano o Stella McCartney.

Antes de abrir su propio estudio en Londres, trabajó para marcas como Gieves & Hawkes, Romeo Gigli y Koji Tatsuno, ya que su talento empezó a hacerse de notar desde antes incluso de su graduación. Su marca consiguió rápidamente muy buen posicionamiento y un gran apoyo de destacadas figuras del mundo de la moda, ya que apostó por unos diseños rompedores, que no tenían nada que ver con lo que hasta entonces estaba inventado.

Pese a que la primera colección (bautizada como Taxi Driver) que presentó fue en 1993-1994, no fue hasta la quinta línea (Highland Rape) cuando le empezó a seguir la polémica, acusado por sus detractores por idear colecciones basadas en el fetichismo, el gore y la misoginia. De esta manera, el diseñador británico se convertía en uno de los genios de la moda más atormentados de su tiempo, algo que reflejaba perfectamente en sus diseños, basados en lo grotesco pero sin dejar de lado la fantasía o, incluso, el romanticismo. Y es que, por muy oscuras que fuesen sus colecciones, siempre tenían un alto contenido de feminidad.

En 1996, ganó el premio como mejor diseñador del año, y unos días después fue nombrado director del equipo de diseño de la casa Givenchy, marca propiedad de LVMH, sucediendo a Jonh Galliano. Aquí estuvo cuatro años y medio, donde presentó dos colecciones anuales de Alta Costura y dos de prêt-à-porter. Sin embargo, el tiempo no le apagaba la ilusión por dedicarse íntegramente a su propia marca, y en diciembre del año 2000, McQueen vende el 51% de su negocio al grupo Kering y abandona Givenchy para centrarse en su firma.

Ese mismo año, el diseñador se casaba con el cineasta George Forsyth, y comenzó a plasmar todo su mundo interior en sus colecciones, con un resultado igual de innovador como de controvertido. De esta manera, McQueen pasaba a la historia como uno de los más grandes y polémicos diseñadores del mundo, condecorado con galardones como el título de Comandante de la Orden del Imperio británico, que le entregó la reina Isabel II en 2003. Un premio que, según relató el mismo, recogió solamente por hacer feliz a sus padres, ya que siempre mostró abiertamente su ideal anarquista y antimonárquico.

También en el año 2003, lanzó Kingdom, su primer perfume, y una colección de ropa para hombre hecha a medida producida por la sastrería Huntsman. Un año más tarde, presentó por primera vez en la pasarela de Milán su colección prêt-à-porter masculina.

Y en 2010 llegaba la noticia que conmovía al mundo entero, cuando el diseñador, con 40 años, se suicidó en su domicilio londinese, diez días después de la muerte de su madre.

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