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La tiara Flor de lís de la reina Letizia, una joya made in Spain de valor incalculable

  • Ansorena es, desde 1860, la joyería y diamantista oficial de la Casa Real
  • Además, es la autora de la tiara Flor de Lis, joya de la reina Letizia
  • La lució en los últimos retratos oficiales que distribuyó la Familia Real
La reina Letizia con la diadema realizada Por Ansorena
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El mes de febrero la Casa Real distribuyó a la prensa y publicó en su página web diez retratos inéditos de don Felipe, doña Letizia y sus hijas. Un catálogo de instantáneas, realizado por la fotógrafa Estela de Castro, que además de retratar a la Familia Real de civil, mostró por primera vez a la reina Letizia vestida de gala. Durante su época como Princesa de Asturias no se había hecho ninguna foto así y han tenido que pasar cinco años y medio desde la proclamación de Felipe VI para ver un retrato oficial de doña Letizia con indumentaria de gala, condecoraciones y tiara. En concreto, la diadema Flor de Lis, fabricada por la joyera española Ansorena. "El valor de esta pieza es un término intangible no solo por su ejecución, sino por el valor patrimonial e histórico que ha desempeñado desde 1906", explica Luis Gasset, el nuevo director general de la compañía en una entrevista a Status.

Luis Gasset, nuevo director general de Ansorena

Esta joya fue realizada en 1906 como un regalo de Alfonso XIII a su prometida, la princesa Victoria Eugenia. Realizada en platino en forma de cestillo con charnelas para lucirse abierta o cerrada, su diseño se inspira en varias flores de lis (flor que forma parte del escudo de la dinastía borbón) unidas entre sí por roleos, que son hojas como ondas decrecientes de millegrain de diamantes, talla antigua que recuerda los motivos en pampllie de mediados del siglo pasado y a los cosses de pois del tadrominierismo parisino.

Diadema flor de lis, realizada por Ansorena con motivo de la boda de Victoria Eugenia con el rey Alfonso XII

"Es una tiara excepcional en su concepción dentro de la órbita de la moda del momento al mismo tiempo que vanguardista", asegura el director general. Ansorena, fundada en Madrid en 1845, ya era desde 1860 joyería y diamantista oficial de la Real Casa:"Somos una de las pocas compañías en el mundo que ha alcanzado el nivel y reconocimiento de joyero de Casa Real, junto a casas internacionales como Cartier o Mellerio Graff, lo que le concede una posición privilegiada y preferida como joyero de una clientela extremadamente exigente y de una élite social que se aleja por discreción de la joyería más comercial", cuenta orgulloso el director general.

El honor de ser joyero real, Ansorena lo repitió en otras ocasiones. Una de las más recientes fue cuando en 2006 don Felipe le regaló a doña Letizia la tiara Princesa, una joya con 450 diamantes talla brillantes y cinco pares de perlas australianas. Sin embargo, ha sido el sector de la subasta en arte y joyas la línea de negocio que Ansorena ha explotado más desde finales del siglo XX. De hecho, "en 1974, Ansorena organizó las primeras subastas de arte y joyas en España, mucho antes de que Christies o Sothebys tuvieran presencia en el país", cuenta con orgullo Gasset. "Desde entonces ha sido la referencia como garante de calidad y autenticidad de las obras y de prestigio para clientes y coleccionistas tanto españoles como internacionales, así como para los principales museos, instituciones y fundaciones coleccionistas de arte". Una evolución del negocio que se hizo de forma singular con respecto otras compañías: Ansorena no solo se ha mantenido como un negocio familiar, sino que las personas que trabajan en la organización son parte fundamental del modelo de negocio: "Esta compañía ha sabido combinar la rentabilidad económica, por un lado, como el valor y reputación a lo largo del tiempo y lo ha hecho alejada de los grandes grupos como LVMH, Kering o Richemont con intereses tanto en casas de joyería como de subastas", explica Luis Gasset, el reciente nuevo director general, que no pertenece a la familia.

Así, en 2019, de las diez obras más importantes vendidas en el mercado español de subastas, cuatro fueron adjudicadas a clientes de Ansorena, Carbeca, de Fernando Zóbel, por 260.000 euros; Esperando Mayo, también de Fernando Zóbel; Máscaras de las escobas, de José Gutiérrez Solana, que se adjudicó por 110.000 euros, y el Retrato del platero Antonio Martínez, de Francisco Bayeu, por 90.000 euros, que lo adquirió el Estado. Sin embargo, las subastas que organiza esta casa son muy variadas, tanto en tipología como en precio. En su establecimiento de la calle Alcalá se han vendido desde obras de primeros artistas, por precios superiores a los 250.000 euros, hasta grabados de Tapies o serigrafias de Saura por 300 euros. En el apartado de mobiliario, tapices y alfombras, los precios varían desde los 500 euros hasta los 25.000 euros.

Los retos del lujo 

El reto que se ha marcado Luis Gasset, expresidente de Bulgari España, vicepresidente de Qatar Airways Group y fundador del periódico digital El Imparcial, en esta compañía familiar es "predecir los nuevos comportamientos de consumidores y la variación de sus intereses a lo largo del tiempo". En este sentido, el director general ha visto cómo en los últimos años se está incorporando una nueva generación de compradores e inversores en arte, en joyas de alto valor y en relojes con complicaciones.

"La incorporación de estos nuevos clientes de distinta generación viene principalmente a través de la transformación digital que están experimentado todos los negocios. La posibilidad de acceder a los catálogos online con una calidad excelente e incluso presenciar y participar en las subastas online ha hecho que crezcan los clientes de forma exponencial no solo en España, sino también internacionalmente, principalmente en EEUU, Reino Unido, Francia Italia, Oriente Medio y, por supuesto, en China y el Sureste Asiático".

El lujo y el coronavirus

Sin embargo, la mayor crisis que tiene que afrontar desde que es director general es la pandemia del coronovirus. Una situación excepcional que espera no tenga un gran impacto directo en Ansorena, salvo un cambio en las pautas de comportamiento de compra, pero que "sí está teniendo un enorme impacto en el canal de ventas privadas desarrolladas en ferias internacionales".

No obstante, Luis Gasset pone el foco en que esta crisis lo que ha dejado a la vista es la gran dependencia del mercado chino que tienen los grandes grupos de lujo como LVMH, Kering o Richemont: "Han alcanzado un excesivo y arriesgado grado de dependencia del consumidor asiático, concretamente del cliente chino, que puede llegar a representar el 60% de sus ventas si se consolidan las operaciones realizadas en China y las de clientes chinos realizadas fuera de su país". En este sentido, el profesional del lujo pone en valor el modelo de negocio tradicional que todavía practican históricas firmas del sector como Chanel o Hermes, "que han conseguido mantener el equilibrio entre rentabilidad y valor (reputación, calidad, sostenibilidad, responsabilidad social)", explica.

A pesar de la crítica, el director general de Ansorena reconoce los esfuerzos que están haciendo todas las compañías del sector para equilibrar de nuevo su modelo de negocio, revisando sus cadenas de producción en búsqueda de una mayor sostenibilidad y responsabilidad en cuanto a la compra y procedencia de tejidos, materias primas animales o bienes minerales. Gasset pone como ejemplo el tratado de Kimberley por el cual grandes joyeras como Tiffany, Bulgari o Cartier se han comprometido a no adquirir diamantes procedentes de conflictos bélicos. También, reconoce positivamente la decisión de Louis Vuitton de abrir un nuevo centro de producción en Estados Unidos, que tiene como objetivo asegurarse un mayor crecimiento del mercado norteamericano.

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