Economía

La economía sumergida alcanza el 10,7% del PIB vasco, 5 puntos menos que el dato de España

La construcción es el sector donde la economía sumergida está más arraigada en Euskadi, según las estimaciones del Eustat.
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La economía sumergida sigue creciendo y en 2022 alcanzó un Valor Añadido Bruto (VAB) de 9.318 millones de euros en Euskadi, según las estimaciones realizadas por Eustat. En comparación con el año 2020, representa un aumento nominal de 1.803 millones, hasta alcanzar los 9.318 millones de euros, y de 4 décimas en términos de PIB, al pasar del 10,3% al 10,7% en el citado ejercicio.

A pesar de este incremento, el peso calculado para la economía sumergida en el País Vasco se mantiene cinco puntos por debajo del porcentaje global que supone en España, cuantificado en un 15,8% del total del PIB en 2022 según un estudio elaborado por el Consejo Económico y Social (CES).

Tal y como ha detallado el Instituto vasco de Estadística, el sector de la construcción sigue protagonizando este ránking, acaparando un 23,5% del total defraudado. Le siguen muy de cerca los sectores de comercio (en el que se incluye la reparación de vehículos), junto con transporte y hostelería, que entre todos ellos suman el 25%.

Por detrás se sitúan las actividades inmobiliarias, que aglutinan un 16,6%; las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, con un 14,8%; y otras actividades profesionales y servicios auxiliares, con un 10,9% de beneficio oculto. En el sector de información y comunicaciones, el porcentaje estimado es del 7%, y en la industria del 6,3%.

El sector primario, el más transparente

En el otro lado del ránking sobresale el sector primario como el más transparente, ya que únicamente representa el 3% de la economía sumergida en el territorio vasco. También destacan los sectores de educación, sanidad y servicios sociales de mercado, que suponen un 1,6% del total.

Fue en 2020 cuando Eustat elaboró por primera vez su estudio bianual de 'Medición de la economía no observada', con el objetivo de reflejar aquellas "actividades productivas legales que se ocultan de manera intencionada a las autoridades públicas, generalmente para evitar el pago de impuestos o de cotizaciones a la Seguridad Social", como abonar facturas sin IVA, realizar compra-ventas sin pagar sus tasas correspondientes o no cotizar las horas extras trabajadas.

Para su elaboración, el organismo vasco recoge los datos de su sistema de contabilidad de sus Cuentas Económicas Anuales, de acuerdo con el Sistema de Cuentas Nacionales (Naciones Unidas, 2008). No obstante, los datos relativos a 2020 han tenido que ser revisados por el cambio de base (base 2022) llevado a cabo en el sistema de Cuentas Económicas, siguiendo las políticas de revisiones extraordinarias establecidas por Eurostat.

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