Strategic Value Partners (SVP), una firma de inversión especializada en comprar activos problemáticos, se ha convertido en el nuevo dueño de la autopista SH-130, en Texas (Estados Unidos). Esta vía estaba gestionada por la concesionaria SH-130, propiedad de Cintral, filial de Ferrovial (60 por ciento) y Zhacry American Infrastructure (40 por ciento), pero en marzo de 2016 se declaró en concurso de acreedores (Capítulo 11) después de no llegar a un acuerdo con los bancos acreedores para refinanciar la deuda, que ascendía a más de 1.200 millones de euros.
La nueva sociedad que explota la SH-130, una carretera de peaje que conecta San Antonio con Austin a lo largo de 64 kilómetros, parte sin el lastre de la deuda antigua y, además, ha recibido una inyección de financiación de 260 millones de dólares (230 millones de euros).
SVP, con sede en Connecticut, ostentará el 51 por ciento de la concesión, según ha precisado el nuevo director ejecutivo de la sociedad concesionaria, Andy Bailey. A su juicio, la apuesta de los inversores por esta carretera se explica porque "la economía de Texas está en crecimiento" y "el corredor de San Antonio a Austin está entre los cinco primeros de crecimiento en Estados Unidos", según recoge la prensa local.
La quiebra de la SH-130 se explicó entonces por el incumplimiento de las previsiones de tráfico iniciales, así como de los abultados costes financieros que generaba la deuda asociada. En el momento en que la sociedad declaró el concurso, el tráfico de la carretera ascendía 25.500 vehículos diarios, mientras que la cifra de negocios se situaba en 27 millones de euros (2015) y el resultado bruto de explotación (ebitda) en 14 millones.
La de la SH-130 fue la segunda quiebra de una autopista de Ferrovial en Estados Unidos, tras la Indiana Toll Road (ITR), que traspasó al fondo australiano IFM. El grupo tenía todo provisionado.