La probable elección de Joko Widodo (conocido como Jokowi) como presidente debería reactivar la inversión, gracias al optimismo que genera un nuevo gobierno más limpio y eficaz. El aumento de la inversión privada y de las entradas de capital podría fortalecer los precios de los activos indonesios en el segundo semestre. No obstante, este impulso podría tener una corta duración dado que es probable que las políticas estructurales favorezcan a las empresas líderes nacionales, lo que dificultará el comercio y la inversión directa. El giro hacia los servicios sociales de la combinación del gasto fiscal tenderá a incrementar el actual déficit por cuenta corriente y hará que los tipos de interés sigan siendo elevados. Indonesia continuará registrando un crecimiento relativamente fuerte, pero el crecimiento potencial se reducirá y el entorno macroeconómico será más vulnerable, dado que la rupia volverá a experimentar una depreciación nominal.
Por Don Hanna