La rentabilidad de los bancos turcos es cada vez menor, pero no creemos que se repita una crisis a nivel sectorial dado que las perspectivas de crecimiento tanto interior como exterior son mejores y el entorno de financiación todavía es favorable. No obstante, el aumento de los costes de financiación, el rápido crecimiento del crédito en el pasado y el debilitamiento de los flujos de capital probablemente dificulten la capacidad de los bancos para apoyar el crecimiento económico a través de la expansión del crédito, especialmente con el endurecimiento de las normativas crediticias. Creemos que los mercados ya están reflejando la caída de los resultados del sector bancario en 2014. Sin embargo, creemos que el crecimiento a medio plazo se situará por debajo de las expectativas debido a la falta de reformas estructurales, lo que pone de relieve los riesgos a la baja asociados a los títulos bancarios, la renta variable turca y la lira.
Por Maya Senussi y Jennifer Kapila.