La primera lectura de la inflación de la eurozona en abril se situó en el 0,72% interanual, ligeramente por debajo de nuestras expectativas y los cálculos del consenso de un 0,8% interanual (por los efectos de base impulsados por el calendario de la semana santa). La inflación principal en la eurozona ascendió al 1%, del 0,7% en marzo. Dado ese progreso, seguimos creyendo que el BCE se mantendrá a la espera en mayo y tomará medidas en junio, cuando se revisen sus pronósticos de la inflación a medio plazo (2014-2016) a la baja, situándose en unos niveles que se consideran demasiado alejados de su objetivo de la inflación ("por debajo, pero próximos al 2%"). Creemos que esta medida tomará la forma probablemente de flexibilización cuantitativa y el BCE anunciará sus planes de comprar activos públicos (bonos soberanos del centro, no la periferia), tal vez también con activos privados.
Por William Oman