La búsqueda del carry ha prolongado el repunte de las divisas de los mercados emergentes tras los mínimos registrados en enero, y las monedas de alto rendimiento (como la lira turca, el rand, el real e incluso el rublo) han experimentado una fuerte recuperación. Las altas probabilidades de que el BCE inicie un programa de flexibilización cuantitativa en junio y la moderación de la Reserva Federal seguirán suponiendo un apoyo para los activos de riesgo, lo que insinúa que los bancos centrales podrían tener que replantearse las trayectorias de sus tipos de interés. En la región de Europa del Este y Central, Oriente Medio y África, esto podría suponer nuevas demoras en el inicio de la normalización de las políticas en países sin presiones inflacionistas provocadas por la demanda (tales como Hungría, Polonia y Sudáfrica) o una inversión prematura del endurecimiento de la política monetaria (Turquía).
Por Maya Senussi.