La confianza mejorada y la incipiente recuperación del mercado laboral español contribuyen a mejorar las tendencias de compra, pese a unos vientos en contra resultantes del desapalancamiento y el sector bancario, todavía muy afectado. No esperamos un repunte en forma de uve sino un rebote mejor a finales de 2014 y entrado 2015 aumentan mucho las probabilidades dada la plétora de indicadores de tendencia positiva. En consecuencia, hemos elevado nuestros pronósticos para el PIB de este año y el próximo a casi el 0,9% (del 0,7%) y 1,2% (del 0,8%), respectivamente. Una mejora continuada a corto plazo debería apoyar los activos españoles, aunque los bonos del estado son cada vez más caros. Los títulos españoles siguen siendo baratos y continuarán beneficiándose de los recortes de gastos, un coste bajo de la mano de obra y la mejora de la competitividad, donde el crecimiento bajo no supone un obstáculo para una mejor rentabilidad.
Por David Nowakowski.