Nuestras conversaciones con altos cargos políticos y líderes empresariales de Sudáfrica confirmaron que los esfuerzos de reforma estructural seguirán siendo poco entusiastas, incluso después de las elecciones generales en mayo, con unas políticas monetarias y fiscales de menos apoyo y afectando al crecimiento cíclico. Nuestra principal preocupación sigue siendo la falta de voluntad política para lanzar las reformas (su ausencia mantendrá a la economía en una trayectoria de crecimiento por debajo del potencial durante más tiempo). Mientras, la inflación ha recuperado su tendencia al alza, fomentando una restricción monetaria más temprana de lo previsto. Dado su enfoque en los efectos de segundo orden de una depreciación prolongada del ZAR para los precios locales, creemos que el Banco de la Reserva Sudafricana subirá otros 50 puntos en julio, mucho menos de lo que prevé el mercado con un ciclo de subidas defensivas de 175 puntos hasta finales de año.
Por Nouriel Roubini y Maya Senussi.