Creemos que los responsables políticos chinos aplicarán reformas durante los próximos dos años, pero no las reformas que podrían dar lugar a un reequilibrio económico significativo. Se pondrá lentamente en marcha una liberalización del sector financiero (seguro de depósito, mayor liberalización de los tipos de depósito, flexibilidad del RMB), se impondrán reformas fiscales (más ingresos dentro del balance para los gobiernos locales, nuevas normativas acerca de los préstamos no reflejados en el balance, ampliación del déficit del gobierno central) y los responsables políticos reducirán gradualmente la interferencia de la administración en los mercados (aunque los sectores con problemas de exceso de capacidad pueden seguir contando con ayuda para reducir el impacto sobre el mercado laboral del cierre de las fábricas). No obstante, los responsables políticos harán todo lo posible para garantizar que el descenso del crecimiento de la inversión no sea demasiado brusco, lo que probablemente signifique prestar apoyo a la inversión en inmuebles residenciales (aproximadamente un 10% del PIB).
Por Adam Wolfe