Aunque la nueva "gran coalición" alemana no ha anunciado nuevos cambios en la política económica desde su toma de posesión, los recientes nombramientos en puestos clave sugieren que se ha iniciado un cambio de prioridades. En particular, Alemania parece más interesada en mantener su influencia sobre los asuntos bancarios en Europa que sobre la política monetaria y la resolución de la crisis, debido en parte a que sabe que sus propios bancos de segunda categoría son uno de los objetivos del próximo análisis de la calidad de los activos del BCE. Al mismo tiempo, el socio menor de la coalición (SPD) reforzará próximamente su dominio sobre las políticas económicas, con el objetivo de ayudar a reequilibrar la economía alemana y apoyar una elaboración de políticas razonable en la Eurozona. Con unas políticas alemanas más favorables a la inversión y el empleo en Europa, así como con el reequilibrio de la economía alemana, la periferia de la Eurozona se verá beneficiada (más detalles en nuestra próxima perspectiva para la Eurozona).
Por Christian Odendahl.