El mercado inmobiliario de Hong Kong es una burbuja que podría estar a punto de estallar. Aunque los salarios y los precios del alquiler han aumentado, ninguno se ha acercado al ritmo de los precios de la vivienda. Tanto los índices de precios reales como de precio/alquiler se sitúan casi un 30% por encima de sus máximos en la burbuja de 1997, mientras que los precios inmobiliarios nominales han aumentado un 127% desde 2008, propulsados por las hipotecas basura/baratas, una oferta limitada y una demanda extranjera fuerte, sobre todo de la China continental. La era de la financiación barata se acabará cuando el Fed empiece a subir los tipos en 2015. Parece que sobrevendrá una corrección brutal, dada la oferta inminente y unas condiciones financieras estrictas.
Por Adam Wolfe