Tal como se esperaba, el BCE no anunció ningún cambio en su política en el día de ayer, reiterando su orientación de cara al futuro de que los tipos de interés básicos permanecerían en unos niveles bajos "durante un largo periodo de tiempo". El presidente Mario Draghi pareció adoptar una postura un tanto moderada en la rueda de prensa posterior a la reunión, describiendo la recuperación de la Eurozona como "débil, frágil y desigual" y poniendo de relieve las perspectivas del banco acerca de una inflación moderada. Estas dos valoraciones indican que el BCE está preparado para llevar a cabo una nueva flexibilización, señalando Draghi a su vez que el banco está "dispuesto a utilizar todos los instrumentos disponibles" en lo que respecta a las condiciones de liquidez. El resultado de la reunión de ayer refuerza nuestras expectativas de que el BCE introducirá un recorte de 25 puntos básicos en el tipo de referencia antes del final de 2013, y la comunicación del banco sugiere que también podrían llegar otras medidas.