Pese a la remontada de las ganancias de empleo en la segunda mitad de 2012, la tasa de actividad en EEUU no ha aumentando, tal vez porque el ritmo de las contrataciones no ha sido lo bastante fuerte como para absorber a los trabajadores desmoralizados hacia la población activa. La opinión alternativa es que el declive de la tasa de actividad marca un cambio estructural y el mercado laboral es en realidad ajustado, un argumento socavado por el hecho de que los salarios continúan deprimidos. Aunque esperábamos que la tasa de empleo cayera al 7% antes de mediados de 2014, es improbable que el Fed ponga fin a la facilitación cuantitativa basándose en este resultado (como sugirió su presidente Ben Bernanke en la rueda de prensa de junio), salvo que la caída se deba más a las ganancias robustas de empleo que a un descenso adicional en la tasa de participación.
Por Prajakta Bhide.