A comienzos de este mes, la provincia argentina de Chaco abonó en pesos a su deuda denominada en USD, provocando una oleada de incertidumbre entre los tenedores de obligaciones argentinas denominadas en USD. Para calmar las aguas, el banco central (BCRA) emitió una declaración en la que señalaba que no existía ninguna restricción para que el gobierno nacional pudiese tener acceso a dólares con los que hacer frente a sus obligaciones denominadas en USD, independientemente de que se hubiesen emitido con arreglo al derecho nacional o internacional. Este episodio ha afectado a la deuda argentina en todos los ámbitos. La pasada semana, los precios de la deuda de la provincia de Buenos Aires cayeron más de un 2,5%, debido en parte a las declaraciones del vicegobernador en las que afirmaba que el gobernador de Buenos Aires recibiría pleno apoyo si decidiese seguir los pasos de la provincia de Chaco. El BCRA ha declarado que los inversores no deberían preocuparse por la deuda estatal o provincial emitida con arreglo al derecho internacional o principalmente integrada en el extranjero. Con todo, el evento de Chaco sienta un precedente sumamente negativo.
Por Juan Lorenzo Maldonado y María Hernández.