La economía sudafricana continúa su recuperación, respaldada por la fortaleza del consumo, aunque las limitaciones de la demanda interior, la elevada inflación y el debilitamiento del entorno exterior representan riesgos a la baja. Este será un año de ruido político, pero pocos cambios: ni las autoridades fiscales ni las monetarias cuentan con margen para el estímulo. El Banco de la Reserva de Sudáfrica mantendrá el tipo de interés de intervención en el 5,5% a lo largo de 2012, y únicamente iniciará una flexibilización gradual en 2013. Dada la vulnerabilidad del rand frente al sentimiento de riesgo global como a los precios de las materias primas, puede verse golpeado por el doble impacto de la evolución de la crisis de la Eurozona y la desaceleración del crecimiento de China.
