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Bruselas "llega tarde" en su intento por frenar el encarecimiento de los cereales

Las constantes quejas derivadas del incremento del precio de los cereales están consiguiendo poner en marcha el pesado engranaje de las administraciones. Si ayer Bruselas suprimía la retirada obligatoria de tierras de cultivo durante un año, hoy el Ministerio de Agricultura ha anunciado que llevará las demandas de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ante el Consejo de Ministros europeos, después de haberse reunido con su secretario general.

En declaraciones realizadas antes de dicha reunión, Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, ha achacado al encarecimiento del cereal las pérdidas de 260 millones de euros que están registrando las explotaciones ganaderas españolas en los dos últimos meses; cifra que se eleva a cerca de 1.200 millones en el último año.

Según los datos de la organización agraria, la industria está atravesando una crisis que podría ocasionar "el cierre de miles de explotaciones ganaderas" que no pueden soportar los importantes incrementos de sus costes de producción y el descenso de los precios de sus productos.

Subidas "injustificadas"

Por su parte, el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, anunció que los representantes españoles llevarán este problema al Consejo de Ministros europeo y que será planteado de forma informal en una reunión este fin de semana en Oporto con el director general de Agricultura y la comisaria europea Mariann Fischer Boel.

Otro de los puntos a los que se refirió Ramos fue el del incremento del precio de productos de primera mano como el pan o la leche. El portavoz de UPA reiteró que los agricultores no son responsables y demandó al Gobierno que intervenga contra las empresas que, de forma "injustificada", están subiendo los precios de manera "escandalosa", aplicando márgenes comerciales "abusivos" y "tratando de desviar las culpas" hacia los productores que, en la mayor parte de los casos, "ni siquiera cubren sus costes de producción".

Este argumento lo comparte el presidente de Asaja, Pedro Barato, quien considera que "se está transmitiendo un mensaje falso e interesadamente alarmista" con respecto al coste de los alimentos. En el caso del pan, Asaja asegura que la subida del trigo "tendría una incidencia, en el peor de los casos, de un incremento de 2 o 3 céntimos de euro", lo que supone un incremento de "entre el 6% y el 7%, pero no de otros porcentajes mayores".

Primeras medidas

Para paliar esta difícil situación a la que se enfrentan los productores, la Comisión Europea propondrá formalmente el jueves interrumpir un año la retirada obligatoria de tierras por la cual los productores deben dejar de cultivar un 10% de su área de siembra.

Esta iniciativa, que será propuesta formalmente el jueves, "no es en absoluto la solución al problema porque llega con un año de retraso", según han declarado las tres asociaciones de ganaderos españoles en una nota conjunta. En el documento, exigen la "adopción urgente" de medidas eficaces que pongan freno a la actual especulación sobre los cereales, que es debida sobre todo al impulso de la industria de los biocarburantes.

Los biocombustibles

En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está estudiando en qué medida el aumento de demanda de cereales para la fabricación de biocarburantes puede determinar el precio de los alimentos.

Según recoge Servimedia, el informe, todavía a debate, recomienda la recomienda la eliminación progresiva de los subsidios a los combustibles renovables ya que pueden encarecer los alimentos sin beneficiar sustancialmente al medio ambiente.

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