
La última semana de agosto llega tras Jackson Hole y la posibilidad de un recorte de tipos de interés en la reunión de septiembre, como aventuró el propio presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. No obstante, antes se publicará un dato relevante para la política monetaria estadounidense: el índice de precios de gasto al consumo (PCE) de julio de Estados Unidos.
Al cierre del mes (29 de agosto) se dará a conocer la evolución de la inflación en el país. Se espera que el PCE anote un incremento interanual del 2,6%, según la última encuesta de Bloomberg. Es decir, se estaría repitiendo el dato del pasado mes lo que dificultaría al presidente de la Fed la continuidad de la pausa en el recorte de tipos.
Antes del PCE llegarán otros indicadores relevantes para los inversores. La semana comenzará con la actualización del índice IFO de confianza empresarial de Alemania, el lunes 25 de agosto. Este dato subió ligeramente durante el mes de julio hasta los 88,6 puntos, cifra que, sin embargo, no cumplió con las expectativas del mercado que estaba convencido de que alcanzaría los 89 puntos. Ahora, se espera que el índice alcance los ansiados 89 puntos con la actualización de agosto.
El mercado no tiene las mismas expectativas para el dato de Confianza del consumidor de The Conference Board de Estados Unidos que se publicará el martes 26 de agosto. La cifra se sitúa en los 97,2 puntos y se espera que baje a los 96,4, un descenso motivado por la política proteccionista de Trump; y el jueves se actualizará la revisión del PIB del segundo trimestre en Estados Unidos.
El resto de indicadores macroeconómicos de cierre de mes serán el dato de desempleo en Alemania y en Japón así con el IPC de España y el de Alemania. Además, el mercado podrá tomar el pulso al gigante asiático en plena negociación arancelaria con el PMI de fabricación de China el 31 de agosto.
