
El exceso de demanda en el mercado de la vivienda "irá a más" en los próximos años. Así lo ha asegurado el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, en su intervención en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander que apunta a los dos últimos informes anuales del organismo para poner cifras a la situación. Según Escrivá es necesario que colaboren "todas las administraciones", es decir, el nivel local, autonómico y estatal para poner en marcha medidas que incrementen la oferta de vivienda,
En el curso impartido por Escrivá, Immigration and Industrial Policy: Challenges and Opportunities for Spain, el gobernador además ha señalado que cuestiones como la inmigración y la política industrial "tienen mucho que ver" con los principales retos de la economía española como es el de la vivienda. Los otros retos mencionados por el banco central en el documento son la sostenibilidad fiscal, eficiencia en el emparejamiento de trabajadores y empresas en el mercado de trabajo y el posicionamiento sectorial de la economía española ante los nuevos shocks geopolíticos y convergencia en productividad
Las cifras publicadas en el Informe Anual de 2024 a las que se refiere Escrivá muestran que el crecimiento de la oferta de vivienda todavía es inferior al auge de la demanda. En concreto, este informe data el déficit de vivienda entre 400.000 y 450.000 unidades en el periodo 2022 y 2024, frente a las 600.000 planteadas en el informe del año anterior. Este desajuste, sin embargo, es particularmente significativo en las cinco provincias que concentran algo más del 50% de este diferencial —Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga—. En este informe, Escrivá además señalaba el problema de la vivienda como "otros de los desafíos que condicionan el devenir, presente y futuro, de la economía española" que "están adquiriendo una creciente relevancia".
Según el Banco de España, un "crecimiento de la demanda de vivienda mayor que el de la oferta sostiene el incremento de los precios inmobiliarios y amplía el déficit". Las adquisiciones de vivienda crecieron con fuerza en 2024 y alcanzaron un volumen de operaciones de en torno a las 715.000 unidades. Esta cuantía supone un crecimiento anual de las compraventas del 12%, un 90% de segunda mano. Como consecuencia, el precio medio aumentó un 8,7% en el último trimestre de 2024. Desde 2014 el incremento acumulado de los precios reales de la vivienda se sitúa en un 39,8%.
Por otro lado, el informe también detalla que, los últimos datos que maneja el organismo muestran una subida del alquiler por metro cuadrado del 12,5% desde su mínimo en 2015 hasta 2023. Un crecimiento con una "elevada heterogeneidad geográfica" con mayores incrementos en las grandes ciudades y en las zonas turísticas. Además, los precios de los nuevos contratos anticipan un mayor encarecimiento del 10%.
Entonces, el organismo recomendaba políticas como programas públicos de aseguramiento y de compensación de rentas del alquiler para los arrendadores, un marco regulatorio estable que refuerce la seguridad jurídica en el mercado inmobiliario, y el fomento de la colaboración público-privada para aumentar el parque de viviendas de alquiler asequible. También proponía reducir trabas administrativas en el desarrollo de suelo y construcción, así como impulsar la edificación industrializada para abaratar costes. Todas estas actuaciones, dice el regulador, serían más efectivas si se complementan con medidas de otros ámbitos, como la política de transporte urbano o reformas estructurales que mejoran la capacidad adquisitiva de los hogares con menores ingresos.
El Banco de España es uno de los muchos organismos que han puesto el foco en este problema. De hecho, hace algo más de un mes, el Consejo Económico y Social calificaba la vivienda como "un enorme agujero negro que está absorbiendo una buena parte de los resultados de la economía, del empleo y de las políticas sociales".