
La digitalización sigue avanzando en el sector empresarial y, a partir de ahora, será una asignatura obligatoria para los autónomos y pymes que facturen a otras empresas (B2B) ya que deberán adaptarse a la nueva normativa de factura electrónica. Aunque esta obligación no entrará en vigor hasta 2026, es recomendable que los negocios no esperen al último momento para realizar esta transición. A partir de ahora, las facturas deberán tener un formato denominado estructurado, lo que significa que ya no será válido generar documentos en Word o Excel y convertirlos a PDF. En su lugar, será necesario utilizar un software que cumpla con la normativa Verifactu.
Este sistema permitirá comunicar a Hacienda de forma inmediata el estado de las mismas, incluyendo fechas de pago, aceptación o rechazo. En una primera fase, esta obligación se aplicará a empresas y autónomos que superen los 8 millones de euros anuales en facturación, pero se extenderá a todos los negocios, sin importar su tamaño. Ante este panorama, el Kit Digital se presenta como una oportunidad para facilitar que las pymes y los autónomos se adapten a esta nueva normativa. Este programa de ayudas cubre una parte significativa de los gastos asociados a la implementación de la factura electrónica ya que tiene una dotación de hasta 1.000€ y, además, también ofrece formación y soporte por parte de los agentes digitalizadores durante 12 meses. Esto asegura que la transición hacia nuevas tecnologías sea fluida y eficiente. Además, el Kit Digital no se limita a la facturación electrónica. A través de este programa, se pueden implantar otras soluciones digitales, como sistemas de gestión de relaciones con clientes (CRM), ciberseguridad o incluso adquirir un ordenador a través de la solución Puesto de Trabajo Seguro. Esto convierte al Kit Digital en una herramienta integral para impulsar la digitalización de todos los aspectos del negocio.
Es importante tener en cuenta los plazos para solicitar el Kit Digital. Las empresas de 0 a menos de 3 empleados, así como comunidades de bienes y sociedades civiles de 0 a menos de 50 empleados, podrán solicitarlo hasta el 31 de octubre de 2025. Sin embargo, la convocatoria tiene un presupuesto limitado y, teniendo en cuenta la popularidad de este programa, es posible que se agote antes. Las subvenciones pueden ser una herramienta que permita a pymes y autónomos adaptarse a los cambios normativos, además de aprovechar la oportunidad que suponen para modernizar y optimizar la gestión de sus negocios.