A punto de cumplir cuatro años como máximo responsable de la multinacional alemana Merck en España, el mexicano Rogelio Ambrosi (Ciudad de México, 1967) se siento orgulloso de haber conseguido traer inversiones a nuestro país durante los años de crisis.
Aunque los ingresos por la venta de sus medicamentos caen en España desde el año 2011, las plantas de Merck -dos en Barcelona y una en Madrid- han aumentado de manera significativa su producción en los últimos años.
¿Qué evolución han tenido las plantas de Merck en España?
Hemos conseguido traer importantes inversiones a las tres plantas en plena crisis, en los años 2012 y 2013. Fuimos capaces de convencer a nuestra casa matriz de que este periodo de crisis en España iba a ser pasajero. En este tiempo, en la planta de Tres Cantos en Madrid se han invertido 15 millones de euros y en Mollet del Vallés, en Barcelona, vamos a invertir al final casi 30 millones de euros.
¿Sigue siendo España un buen lugar para invertir en producción?
Somos el único país donde Merck ha invertido en una planta química en los últimos dos años. Además, vamos a empezar un nuevo proyecto que pone a España de nuevo como pionero en nuestra organización. A la multinacional le gusta probar primero cosas en España que luego quiere implantar en todas las filiales. Por eso nos escogen para muchos proyectos pilotos. El último será un programa de digitalización de la empresa que va a romper con muchos paradigmas y con el que también hemos conseguido inversión y nuevos puestos de trabajo. Estará listo a finales de año.
¿Y el ambiente político influye?
Hasta ahora, hemos conseguido traer estas inversiones, gracias a un ambiente político estable. Así es que espero que esta estabilidad se recupere pronto.
¿Cuál ha sido la inversión en Madrid?
Hemos ampliado un 50% su capacidad de producción en la planta de biotecnología de Tres Cantos, para poder responder a la demanda de tratamientos de fertilidad y de hormona de crecimiento que llegan a la compañía de nuevos países como China, Corea, Brasil, México y algunos países europeos. Para poder poner en marcha la nueva producción, la planta ha tenido que aprobar primero un exhaustivo examen de varias agencias regulatorias, entre ellos, el de la FDA estadounidense. Pues bien, hemos pasado la auditoría sin ninguna observación, algo que yo no había visto nunca. Hoy puedo decir que tengo en España la mejor planta biotecnológica del grupo, dicho por la propia FDA.
¿Cuáles son los planes en Mollet?
Hemos hecho la inversión en una planta química donde vamos a producir un nuevo activo para la fabricación de otros productos que, hasta ahora, se hacían en otra planta que se cerró. Ahora se hará aquí. En 2012-2013 fuimos capaces de convencer a la matriz para invertir en este proyecto por la calidad de nuestras instalaciones y de los profesionales que tenemos. Mollet lleva operando más de 40 años y en los dos últimos hemos hecho una inversión muy fuerte en equipos y en capacitación del personal. La nueva planta tendrá una inversión de unos 11 o 12 millones y pronto tendremos su inauguración.
Sin embargo, las ventas no van tan bien como la producción.
Es cierto que el negocio desde 2011 viene disminuyendo en el área farmacéutica, pero el negocio total de Merck en España está estable, con un ligero crecimiento de 1-2%. Las ventas de medicamentos han venido disminuyendo por productos que perdían la patente y, sobre todo, por la gran reducción de precios que tuvimos que soportar de 2010 a 2015. Nuestra única apuesta es la innovación y, por suerte, esperamos tener dos solicitudes de aprobación, una en el primer semestre de este año para esclerosis múltiple y la otra en el tercer cuatrimestre, con un producto de inmunooncología.
¿Cómo ha evolucionado el empleo?
Somos actualmente unos 900 empleados en España. Tuvimos un ERE en 2012, una reducción que en un principio iba a ser de un 26% y terminó en el 19%. Al final de este año, aproximadamente el 65% de los puestos eliminados entonces estará prácticamente recuperado en número de empleos. No en los mismos puestos, porque la ley de discriminación a favor de los genéricos causó que los equipos de venta de las farmacéuticas se redujeran al mínimo.
¿Qué impacto tendrá ahora la eliminación de esa ley?
Sin duda es una buena noticia, aunque llega un poco tarde. Era algo totalmente fuera de lógica que estando al mismo precio no se pudiera dispensar la marca. Han sido muchos empleos los que se quedaron en el camino por esta discriminación irracional.
¿Qué opina de los nuevos acuerdos de riesgo compartido?
Que deben ser el presente. La discusión sobre la financiación de innovaciones tiene que salir del tema precios e ir a modelos alternativos.