Los deberes los tendrán que completar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus homólogos autonómicos. La Comisión de Salud Pública, dirigida por el Ministerio de Sanidad, decidió este martes no pronunciarse sobre las medidas que se llevaron en un documento a la reunión. En ellas, se recomendaba reducir la actividad de los bares en interiores y limitar al ocio nocturno. Además, también había una serie de recomendaciones de aforo para eventos multitudinarios como, por ejemplo, las cabalgatas de Reyes. Sin embargo, nada de esto se acordó en una reunión que se alargó durante toda la tarde.
Sí que hubo acuerdo para medidas más ligeras. No habrá ninguna restricción o prohibición y todo queda reducido a recomendaciones, si la Conferencia de Presidentes no lo enmienda. La más importante es para las personas que sean contactos estrechos de un caso positivo, que dada la evolución de la pandemia implica a muchísima gente. A este grupo, en el que se debe estar vacunado para incluirse, " se les indicará que durante diez días después del último contacto con un caso confirmado limiten sus actividades a las esenciales, reduciendo todo lo posible sus interacciones sociales". Asimismo se les recuerda que deben "seguir escrupulosamente las medidas de prevención como el uso de mascarillas y realizar una vigilancia estrecha ante la posible aparición de síntomas compatibles". Es decir, casi confinar a un contacto estrecho.
Las decisiones, por tanto, relacionadas con restricciones de actividades comerciales se tomarán, en su caso, por la Conferencias de Presidentes. Previsiblemente, varias de las que han estado sobre mesa de la Comisión de Salud Pública salgan adelante porque en este cónclave están presentes las comunidades autónomas con voz y voto. Con todo, tampoco es descartable alguna precisión sobre las mismas, ya que en ocasiones la comisión también ha funcionado como un globo sonda político.
Las medidas propuestas hacia la hostelería y hacia otras actividades de ocio, que implican menor aforo y delimitación horaria, no son nuevas. Hace unas semanas, los técnicos ya avisaron de que ante el avance de la pandemia en Europa se debía ir pensando qué hacer en España con las navidades a la vuelta de la esquina. Entonces, el punto de encuentro fue no tomar la incidencia acumulada como un valor decisorio por sí mismo, y atender a otros indicadores como las hospitalizaciones. El motivo de este acuerdo era que con la vacunación tan extendida en España, los casos positivos no tenían por qué condicionar tanto como antes las decisiones.
Sin embargo, Ómicron lo ha cambiado todo. La variante conocida en Sudáfrica se está haciendo fuerte y la Organización Mundial de la Salud ya avisó de que esta nueva variante escapa tanto a la inmunidad que proporcionan las vacunas como a la que se produce de manera natural con una infección previa. Ante esta certeza científica, y sin haber todavía confirmado que la nueva cepa es realmente más liviana, las medidas que antes se desecharon vuelven a estar encima de la mesa.
Teletrabajo por protocolo
Desde que comenzó el mes de diciembre el horizonte de la pandemia se enturbió. Durante gran parte del otoño España pareció una isla al lado de los vecinos europeos, donde la nueva ola del coronavirus comenzó mucho antes. Sin embargo, fue a partir del puente de la Constitución cuando la explosión de contagios fue inundando a todas las comunidades autónomas (País Vasco y Navarra comenzaron antes).
Este martes, Madrid sacó un nuevo protocolo para aquellos que den positivo en un test de antígenos: deben comunicarlo a través del teléfono y aislarse diez días y no se les hará PCR para confirmar. Además, en línea con lo pactado por la Comisión de Salud Pública, el teletrabajo será la recomendación principal para los contactos estrechos.