Intervenir los precios de los medicamentos y el material sanitario necesario para combatir el coronavirus hasta hacerlos "asequibles". Ese ha sido el anuncio del presidente del Gobierno, que suena tan contundente como laxo, según se mire. El mercado farmacéutico está de por sí regulado y el precio de todos los fármacos que puede recetar un médico tienen el precio que decide el Ministerio de Sanidad.
Con las pocas explicaciones que ha dado el presidente del Gobierno, la única opción posible a la que se puede referir es al futurible de que algunos de los antivirales que se están estudiando como posibilidad de tratamiento sufran una drástica reducción de su precio actual, ya que su uso va a ser muy frecuente en los próximos meses en comparación con la indicación que hoy por hoy tienen (la mayoría son medicamentos para la cronificación del VIH). El precio de otros medicamentos que se pueden usar para paliar los síntomas del coronavirus, como puede ser un antitérmico para la fiebre (paracetamol, por ejemplo) tienen unos precios ya muy reducidos que rozan el euro por caja.
Donde sí puede actuar de oficio con el anuncio de esta modificación legislativa es en los productos sanitarios, tales como las mascarillas. Hoy por hoy su precio es libre al no estar considerado una herramienta terapéutica que necesite consejo médico y en este campo sí que produciría una novedad que, por otro lado, habrá que estar atento a la letra pequeña. Si el Gobierno decide intervenir el precio de productos sanitarios y el Real Decreto es convalidado posteriormente por el Congreso, la política de precios respecto a estos productos cambiaría de raíz, al convertirse en un nuevo mercado regulado. "Queremos garantizar el suministro de medicamentos y material médico a precio asequible., fijando, si es necesario, un precio máximo de venta al público", fue lo que dijo el presidente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Ayudas económicas
El otro gran anuncio en materia sanitaria fue el de una ayudas económicas para que las comunidades autónomas lo destinen en aquello que les haga falta, desde contratación de nuevo personal de urgencias a construcción de unidades médicas o material sanitario. Se trata de 2.800 millones de euros que, en realidad, serán un adelanto de las entregas a cuenta que el Gobierno hace a las comunidades autónomas cada año. Es decir, no se trata de ninguna partida presupuestaria extraordinaria.
De igual forma ocurre para la otra medida económica que Sánchez ha trasladado tras el Consejo de Ministros. El Gobierno movilizará 1.000 millones adicionales a la otra ayuda para reforzar a aquellas comunidades que, por sus actuales características de expansión del virus, lo necesiten. La cantidad saldrá del Fondo de Contingencia, por lo que tampoco es un dinero adicional.