Salud Bienestar

Los biosimilares ahorrarán hasta 20.228 millones de euros al sistema sanitario entre 2025 y 2030

  • En 2024 se prevé que han ahorrado 2.068 millones a la factura farmacéutica, según estudio de la Universidad Complutense de Madrid
  • La Asociación Española de Biosimilares dice que la compra pública de medicamento debe girar en torno al valor y no al precio
Madridicon-related

El ahorro que provocan los biosimilares en la factura farmacéutica cada vez es mayor. Es más, ahorrarán un total de 20.228 millones de euros al Sistema Nacional de Salud en los siguientes seis años, es decir, de 2025 a 2030, según las estimaciones de un estudio presentado durante la V Jornada Nacional de Biosimilares, organizada por BioSim.

En la actualidad, el 10,4% del PIB es gasto sanitario. Además, siete de cada diez euros del desembolso proviene del sector público y, de hecho, 55.845 millones lo generan los hospitales públicos.

Los medicamentos representan la mayor parte del gasto hospitalario. No obstante, los biosimilares están reduciendo estos costes. Se estima que en 2024 el ahorro producido por los biológicos genéricos alcance los 2.279 millones. Esta cifra supone un 26,1% más que en 2023 (1.807 millones) y un 44,7% más que en 2022 (1.574 millones de euros).

Cabe mencionar que el año pasado -últimos datos disponibles- el 78% de los fármacos que se administraron en los hospitales eran biosimilares, mientras que en las farmacias representaron el 33% de los tratamientos dispensados.

El próximo año, estos medicamentos reducirán el gasto en 2.414 millones de euros, un 16,5% más que en 2024. Este ahorro irá creciendo hasta alcanzar 4.352 millones de ahorro anual en 2030 (consultar gráfico).

Los biosimilares que se dirigen a patologías crónicas (una enfermedad o afección que dura más de tres meses) y que además, se dispensen en los hospitales serán los que generen un mayor ahorro. Asimismo, hay cinco moléculas que se encuentran en el pódium como las que producirán una mayor reducción de gasto.

La lista la encabeza adalimumab (la patente era de Abbvie con Humira), dirigida a la psoriasis en placas, con 6.330 millones de ahorro. Le sigue infliximab – la molécula pertenecía a Janssen-, con 3.351 millones; y ustekinumab (el original es Stelara de Janssen), con 2.745 millones. También rituximab (Roche con Mabthera), con 1.332 millones, y bevacizumab (Roche con Avastin) con 1.086 millones.

Además, en los siguientes seis años van a aparecer biosimilares de seis distintos principios activos que perderán o acaba terminar su patente. El próximo año se espera que se comercialicen biosimilares de aflibercept (la patente es de Bayer) para la degeneración macular húmeda asociada a la edad y omalizumab (Novartis) para reacciones alérgicas. Además, en 2026 golimumab (Janssen) para la artritis reumatoide, y pertuzumab (Roche) para el cáncer de mama.

En 2028 entrarán en el mercado biosimilares de vedolizumab (Takeda) para trastornos autoinmunes. También en 2030 de nivolumab (BMS) para un tipo de cáncer de piel, y de secukinumab (Novartis) para la psoriasis en placas de moderada a grave.

Cabe mencionar que este año han aterrizado en el mercado biológicos genéricos de tres moléculas nuevas: natalizumab (pertenecía a Biogen con Tysabri), ustekinumab (el original es Stelara de Janssen) y denosumab (Prolia de Amgen).

En 2006 aterrizó el primer biosimilar en Europa. Iba dirigido para la hormona de crecimiento. Pero, ¿qué pasaría si hubiera un mundo sin biosimilares? Según el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y autor de este estudio, Manuel García Goñi, reinaría la exclusividad en el mercado. Esto provocaría que "los precios fuesen más elevados y, en consecuencia, una acceso más reducido a los medicamentos", explica.

Para que un biosimilar aterrice en el mercado español debe cumplir al menos el siguiente requisito: tener un precio más bajo que el fármaco original (entre un 20 y 25% menos). Posteriormente si el fármaco original quiere seguir en comercialización debe igualar su valor. Cabe mencionar que como este tipo de tratamientos se compran a través de concursos a los que se adhieren los laboratorios, el precio del biosimilar es mucho más baja, llegando a un descuento de entre el 50 y 70% respecto al de marca.

Compras basadas en valor, no el precio

Por otro lado, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha apuntado que "estamos a las puertas de cambios normativos que nos harán avanzar en la penetración de los biosimilares en el mercado". Además, ha agregado que estas modificaciones estarán dentro de la nueva Ley de Garantías.

Hoy en día, los criterios de compra pública de medicamentos en la mayoría de los casos giran entorno al precio, según la directora de Gerencia de Compras y Políticas de Distribución del Institut Catalá de la Salut, María Blanco. El presidente de BioSim, Joaquín Rodrigo, explica que tener en mente solo este criterio puede dar lugar a problemas de suministro. "Las adquisiciones deben ser en base a valor y no en el precio", ha recalcado. Además, "deben tenerse en cuenta criterios técnicos, de sostenibilidad medioambiental, de fabricación europea y responsabilidad social corporativa de las empresas", ha añadido.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky