Salud Bienestar

Deshumanización, inequidad e intereses de terceros: estos son los riesgos que rodean a la IA en el ámbito sanitario

  • Las problemáticas afectan tanto a los pacientes y profesionales sanitarios como a los propios desarrolladores
  • Existe una falta de regulación de los algoritmos y de la propia Inteligencia Artificial, según los ponentes del Congreso Nacional de Derecho Sanitario
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La revolución tecnológica en el ámbito sociosanitario va a 180 kilómetros por hora. La Inteligencia Artificial (IA) ya no es el futuro, sino el presente. De hecho, se está usando en el diagnóstico por imagen y en la investigación biomédica, entre otro tipo de actividades. Sin embargo, la rodean una serie de riesgos y problemáticas éticas, deontológicas y legales, según los expertos que han participado en el Congreso Nacional de Derecho Sanitario.

La Inteligencia Artificial se basa en el uso de enormes lagos de datos. Esta tecnología tiene la capacidad de auto aprender, conocido como machine learning. Sin embargo, justo este punto es el que genera problemas éticos, deontológicos y legales. El profesor titular de Medicina Legal de la Facultad de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, Benjamín Herreros Ruiz-Valdepeñas, dice que estos riesgo pueden afectar a los pacientes, profesionales sanitarios y a los propios desarrolladores de la tecnología.

En cuanto a los pacientes, los expertos se preguntan si esta tecnología puede garantizar la misma calidad asistencial que la de un médico. Asimismo, "el código deontológico recoge que el médico debe exigir un control sobre esta para garantizar la seguridad del paciente", explica Benjamín Herreros. Además, el profesional debe comprometerse al control de la confidencialidad de los datos de los pacientes. "Debe dar su consentimiento para que se usen sus datos", afirma.

Otra problemática a la que se enfrentan es la equidad. "Se dice que la IA puede ser la medicina de ricos, aunque también una respuesta a dónde faltan recursos", apunta. También está el riesgo de que esta tecnología deshumanice la asistencia.

Respecto a los desarrolladores de la Inteligencia Artificial, puede haber intereses de terceros en que esta tecnología se ponga en marcha y no sea beneficiosa. De hecho, hay muchos procesos de IA que no se ha investigado ni han demostrado que sean mejores que la medicina clásica. En otras palabras, entra en juego la moralidad del creador.

En cuanto a los profesionales sanitarios, estos deben responsabilizarse de la IA. No obstante, para Herreros Ruiz-Valdepeñas el principal problema es que los médicos no piensen o desistan de ser médicos.

Por otra parte, el socio Responsable del Área de Seguros y Reaseguros de Pérez-Llorca Abogados, Joaquín Ruiz Echauri indica que el foco de la preocupación es que el uso de esta tecnología no sea dañoso. De hecho, en un futuro es probable que lleguen a los juzgados casos de daños producidos por el uso de la Inteligencia Artificial.

En la otra cara de la moneda, la Inteligencia Artificial posee una serie de ventajas. Tiene la capacidad de analizar una gran cantidad de datos y generar unas conclusiones a través de unos algoritmos, no tiene sesgos y errores cognitivos ni influencias afectivas. "Si es bueno hay que usarlo, pero hay que ser realistas y ver en qué es beneficiosa", dice Herreros Ruiz-Valdepeñas.

"La IA puede analizar muchos más datos que nosotros y es capaz de encontrar correlaciones entre distintas variables. Por ejemplo, solo con ver un electrocardiograma puede identificar el sexo y edad de la persona", indica el fundador de Savana, Ignacio Hernández Medrano. "También solo viendo la Historia Clínica puede ver si una persona va a desarrollar Alzheimer", agrega.

Una regulación "prácticamente inexistente"

Tal y como está construida la IA, plantea grandes problemas desde la perspectiva del derecho. Y es que, su regulación es "prácticamente inexistente", según el magistrado del Tribunal Constitucional, César Tolosa Tribiño. "Es muy complejo establecer una regulación de cierta permanencia en el tiempo", dice. Además, falta una definición jurídica del algoritmo.

El 7 de junio de 2022 se emitió un informe de los riesgos de la Inteligencia Artificial en la relación médico-paciente. Esta afecta al derecho a la igualdad en el acceso a la sanidad de calidad ya que podría haber una diferencia entre las zonas pioneras y las de penuria; y al derecho de protección de datos e identidad, al de autonomía y toma de decisiones.

Cabe mencionar que hoy en día, en España hay dos reglamentos que están directamente relacionados con el reglamento de la IA: el de dispositivos médicos y el de dispositivos médicos in vitro.

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